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¿La Fiesta en Paz?

Tlaxcala taurina o la Iglesia en manos de Lutero

Merecido reconocimiento a los Comentauros de Álvaro Sánchez

L

ejos de convocar –con exclusión del duopolio, claro– a una gran licitación nacional verdaderamente seria por la hermosa plaza de toros Jorge El Ranchero Aguilar, propiedad del ayuntamiento de la ciudad de Tlaxcala, que pusiese en el candelero taurino a ese singular escenario y a un estado ganadero de bravo con arraigada tradición, sucesivos gobiernos estatales de los distintos partidos que por acá juegan a la democracia han optado por otorgar dicho coso al mejor postor o al amigo mejor, independientemente de sus criterios y probada falta de imaginación empresarial.

El resultado no ha podido ser más desastroso, ya que teniendo la entidad un arraigado gusto por el espectáculo, toros bravos y toreros buenos, nutrida afición, peñas entusiastas, crítica solvente y un instituto de desarrollo taurino caracterizado por su propósito de sumar esfuerzos, sexenios van y sexenios vienen sin que en ese estado, como en el resto del país, la fiesta de los toros repunte en calidad, atractivo y pasión.

La Feria de Tlaxcala de este año, ahora con la extraña mancuerna empresarial Plaza México-Casa Toreros, sólo ha provocado que crezca el descontento, pues en los últimos tres años su oferta taurina ha descendido. En 2011 todavía se dieron cinco corridas, en 2012 disminuyeron a cuatro y este 2013, con todo y la mancuerna, se anuncian tres, con unos carteles diseñados por el enemigo, dos veteranos diestros tlaxcaltecas y sólo uno de los toreros triunfadores este año en España. De entrada, rechazaron una impresentable novillada de José Ma. Arturo Huerta para la primera corrida. Duritos de entendederas los taurinos

Así, lo único que aumenta es el descontento general de los aficionados tlaxcaltecas con respecto al espectáculo que se ofrece en las diferentes plazas del estado, pues simplemente no se cumple con lo que se anuncia. Se han llevado a cabo dos foros de consulta para hacer modificaciones al reglamento taurino quedando por efectuarse un tercero, pero ya podrán realizar treinta que si las autoridades no entienden el sentido cultural, político y económico de la fiesta, no habrá poder humano que la preserve.

Puede argüirse que la citada plaza tiene un aforo de sólo 2 mil 600 localidades, pero si allí se han ofrecido espectáculos de elevado costo, es evidente que con voluntad, imaginación, mercadotecnia, apoyos de los distintos sectores del estado, derechos por televisión y auténtico taurinismo, que no es sinónimo de amiguismo, la plaza Jorge El Ranchero Aguilar podría ofrecer funciones de toros acordes con su belleza, tradición y originalidad, así como convertirse en referente nacional de respeto por el toro y por el público. Pero nada.

Los eventos culturales taurinos de la Feria Tlaxcala 2013 dieron inicio el pasado lunes 28 al inaugurarse la exposición Remembranzas del Comentauro, del experimentado e intachable cronista tlaxcalteca Álvaro Sánchez, en la que se presentaron 30 epigramas correspondientes a festejos efectuados en diferentes plazas del estado, algunas circunvecinas y la Plaza México, y en los que participaron ganaderías y toreros tlaxcaltecas.

Piedras Negras, La Laguna, Coaxamaluca, Atlanga, Rancho Seco, García Méndez y De Haro son a las que alude Álvaro en esta selección, y entre los toreros aparecen Miguel Villanueva, Rodolfo Rodríguez El Pana, Alberto Ortega, Rafael Ortega, Uriel Moreno El Zapata y José Luis Angelino. En la inauguración estuvieron presentes los matadores Miguel Villanueva y Raúl Ponce de León –aquella emblemática pareja novilleril que abarrotara la Plaza México en apasionantes tardes–, Manolo García Méndez, El Zapata y Jerónimo.

“Mi admiración por los epigramistas, comenta Álvaro Sánchez, me llevó a escribir en verso una reseña de la primera visita de Juan Pablo II a nuestro país; luego llevé mi inquietud al terreno taurino, empecé a hacer crónicas rimadas con ese tema y busqué publicarlas, siendo en el diario Esto donde apareció mi primera colaboración el 20 de marzo de 1979 con el nombre de La Décima del Martes, correspondiendo al festejo de dos días antes, 18 de marzo, fecha en que se alternativó El Pana.

“Al pasar al periódico Ovaciones casi tres años después, sugerí dos nombres para esa colaboración eligiéndose el de Comentauro, un breve comentario taurino rimado, donde en diez versos y de la manera más objetiva sintetizo algo del ganado y de los alternantes, sin descuidar la métrica ni la rima y procurando rematar con cierta ironía o con un señalamiento agudo. Ha sido una experiencia interesante y grata que siempre me deja enseñanzas para aprovecharlas y mejorar.”

Comentauro de muestra: Como un nuevo amanecer/ de incipientes resplandores/ surgen varios matadores/ cuyo afán deja entrever/ que quieren y pueden ser;/ el primero será aquel/ que en el ruedo y fuera de él,/ viviendo su compromiso/ haga lo que sea preciso/ para comerse el pastel. Enhorabuena, Álvaro Sánchez, por tu afición y honestidad inalterables.