Cultura
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El poeta Omar González propone la cultura como única vía para lograr la integración

Avanza iniciativa de intelectuales por la paz y la justicia de los pueblos

Tenemos que hacer de la periferia el centro, esa es la gran batalla, expresa a La Jornada el coordinador del capítulo cubano de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad

Participará, junto con el sociólogo Pablo González Casanova, en un encuentro en la Casa Lamm

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Omar González Jiménez (La Habana, 1950), ayer, durante la entrevista con La JornadaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de octubre de 2013, p. 2

La cultura es la única vía para lograr integración, unidad, porque es capaz de urdir entramados sólidos y solidarios, señala el poeta y ensayista Omar González Jiménez (La Habana, 1950).

El coordinador del capítulo cubano de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad se encuentra en México para participar en la mesa redonda Diez años de lucha contra las guerras imperiales, por la soberanía, la paz y la justicia para los pueblos, este lunes en Casa Lamm.

La reunión es para celebrar la primera década de una iniciativa propuesta en 2003 por un destacado grupo de intelectuales mexicanos, quienes ante la guerra de agresión a Irak, precedida por la invasión de Afganistán, las amenazas bélicas contra Irán y otros países, así como el recrudecimiento de la hostilidad contra Cuba y Venezuela, y la guerra mediática, económica y financiera de entonces, convocaron al primer Encuentro de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad el 24 y 25 de octubre de 2003, en la ciudad de México.

La vocación del grupo surgido ahí y que ahora trabaja en varios países de América Latina generando encuentros entre especialistas, debates, publicaciones, es decir, ideas contra el imperialismo, es que sus acciones trasciendan los problemas específicos de los capítulos nacionales, pues se tienen ejes temáticos que pasan por la defensa de aspectos esenciales para lograr, si no un armonía social, sí una dignificación del individuo, al menos para lograr que la vida sea más llevadera, explica González Jiménez en entrevista con La Jornada.

Se trata, añade el ex director de Instituto Cubano de Arte e industria Cinematográficos, de un proyecto de defensa de la soberanía, defensa de la sustentabilidad del mundo desde el punto de vista medioambiental. Es una red que incide en la defensa de las culturas nacionales, del patrimonio, de la identidad.

En Venezuela, uno de los frutos de la Red de Redes es la creación de la televisora Telesur. Intelectuales y artistas de Bolivia, Ecuador, Nicaragua, así como de varios pequeños países del Caribe, se han unido al proyecto que no pretende un esquema vertical, sino transversal.

Omar González aclara que dados la situación interna y el acoso que vive Venezuela, “esa nación es ahora una de nuestras prioridades, pero no se deja de lado lo que sucede en Brasil o Argentina, sobre todo, estamos atentos a los cambios que ocurren en el cono sur del continente.

“Pero la Red no está concebida sólo para operar en la región. Debe llegar a los centros de poder, por ello, se nos han unido también intelectuales europeos, estadunidenses, y de África. Durante algún tiempo, la escritora sudafricana Nadine Gordimer, premio Nobel de Literatura 1991, era muy activa.

El grupo ha conseguido llamar la atención a nivel internacional acerca de temas como la soberanía, el crecimiento, el desarrollo, la protección de las identidades, la solidaridad, la comunión de intereses. Eso hace que la Red tenga sentido.

Rumbo transversal

Omar González, también periodista, insiste en que la Red de Redes en defensa de la Humanidad “no puede estar sujeta a contingencias políticas ni depender de urgencias; debemos tener una vida permanente de socialización de nuestras ideas, expandirnos de manera permanente, en un rumbo transversal, que es el más eficaz. Identificarnos en torno a ideas.

“La noción convencional de la cultura siempre se asocia al arte y la literatura, pero se debe ir más allá, porque la cultura se construye con círculos concéntricos que se van tejiendo, entre ellos, por ejemplo, con la ciencia.

Con ese espíritu, la Red trabaja en dos planos: el de las individualidades y el de las movilizaciones sociales. A veces ambas coinciden porque hay individuos que resulta que son activistas. La Red debe tener individualidades porque el potencial del grupo está en la influencia de éstas, que a veces es mediática.

Ante el hecho de que el imperialismo contemporáneo se ha adueñado del centro de poder, el escritor cubano plantea que “no podemos desgastarnos tratando de recuperarlo. Nosotros tenemos que partir de que hoy el mundo que defendemos es multipolar y tiene muchos centros, es decir, tenemos que hacer de la periferia el centro, esa es la gran batalla.

En las periferias, es donde está la resistencia. En el centro sólo se sobrevive. En la periferia se resiste, y cuando eso pasa, se generan ideas, cuando uno sobrevive, permanece en un letargo. Así de sencillo, concluye.

En la mesa redonda Diez años de lucha contra las guerras imperiales, por la soberanía, la paz y la justicia para los pueblos, participan Pablo González Casanova, Omar González Jiménez, Ana Esther Ceceña, Gilberto López y Rivas y Ángel Guerra Cabrera. La cita es a las 19 horas en Casa Lamm (avenida Álvaro Obregón 99, colonia Roma).