Economía
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Exasperado, declaró que no negociará hasta que se liberen fondos sin condiciones

Obama: la crisis es tan grave que Wall Street debería preocuparse

Recibió en la Casa Blanca a demócratas y republicanos, pero no se lograron avances

En dos semanas puede haber otro problema si el Congreso no eleva el techo de la deuda

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El líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, republicano de Ohio, habla con los reporteros que están siguiendo las negociaciones en la Casa Blanca sobre el bloqueo presupuestalFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de octubre de 2013, p. 28

Washington, 2 de octubre.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que no negociará con los republicanos hasta que acepten otorgar los fondos necesarios al gobierno sin condiciones y se manifestó exasperado por el bloqueo presupuestal en Washington.

Estoy exasperado, porque esto (el bloqueo sobre el presupuesto y el tope de endeudamiento del país en el Congreso) es enteramente innecesario, declaró Obama en una entrevista con la cadena de televisión CNBC.

A su vez, el jefe del ejército estadunidense, general Ray Odierno, dijo que la situación está dañando significativamente las operaciones militares, mientras funcionarios de inteligencia comentaron que minaba su capacidad de detectar amenazas. Además se podría demorar la asistencia militar a Israel y otros aliados.

Obama afirmó que en esta ocasión la crisis parlamentaria que ha llevado al cierre del gobierno es lo suficientemente grave como para que los mercados financieros se preocupen. Wall Street, esta vez, debería preocuparse, dijo el presidente.

En democracia no es inusual que demócratas y republicanos no estén de acuerdo, pero cuando se tiene una situación en la que una facción está dispuesta a dejarnos en impagos frente a nuestras obligaciones, entonces tenemos un problema, agregó.

La paralización parcial, que entró en vigencia en el primer minuto del martes, después de que republicanos y demócratas no llegaron a un acuerdo sobre una medida a corto plazo para mantener las operaciones del gobierno, dejó a cientos de miles de empleados federales de licencia sin sueldo, cerró museos y parques emblemáticos como el Gran Cañón, y también impide que algunos pacientes de cáncer reciban tratamiento de última tecnología. Obama canceló su viaje a Malasia y Filipinas programados para la próxima semana.

En un intento de buscar salida a las estancadas negociaciones, el presidente recibió esta tarde en la Casa Blanca a los líderes demócratas y republicanos del Congreso, pero no se lograron avances. Después de más de una hora de conversaciones, el líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, abandonó la reunión y dijo que el presidente volvió a negarse a negociar con los republicanos.

Este día la Cámara de Representantes, controlada por la oposición republicana, aprobó medidas para reactivar algunos servicios del estado federal, cuyo cierre comienza a provocar un escándalo, pero el presidente Obama amenazó con oponer su veto.

El plan es el quinto presentado desde el sábado por los republicanos, pero de inmediato fue rechazado, ya que los demócratas del Senado reclaman una ley general de finanzas para seis semanas.

Obama destacó que la pelea parlamentaria sólo se limita a aprobar fondos para los próximos dos meses y que, de no frenar ahora un debate que se ha venido repitiendo en los últimos años (aunque nunca con estos resultados), la situación podría volver a suceder de forma reiterada a futuro, con las graves consecuencias inherentes a un panorama político y económicamente tan precario.

En menos de dos semanas se avecina otra potencial crisis en caso de que el Congreso no apruebe la necesaria elevación del techo de la deuda para evitar que Estados Unidos caiga en falta de pagos. El Congreso debe dejar de gobernar de crisis en crisis, reclamó Obama.

Preocupación de empresarios

El secretario del Tesoro, Jacob Lew, advirtió en reiteradas ocasiones que a partir del 17 de octubre Estados Unidos no tendrá fondos para hacer frente a sus obligaciones y podría caer en el primer default de su historia si el Congreso no aprueba un aumento del tope de endeudamiento. Actualmente la cifra es de 16.7 billones de dólares y ya fue superada, por lo que el Tesoro adoptó medidas extraordinarias que permiten financiar al Estado federal.

Importantes líderes empresariales, como el presidente ejecutivo de Goldman Sachs, se reunieron en la mañana con el presidente y advirtieron sobre las consecuencias en el mundo financiero en caso de no elevar el límite de deuda del país y dejar que el cierre parcial del gobierno se prolongue demasiado.

Entre las empresarios comienza a surgir la preocupación de que de continuar el cierre parcial, éste podría provocar una reducción del trabajo empresas privadas y que los consumidores pierdan la confianza en la economía.

La bolsa de valores de Nueva York cerró el miércoles a la baja.