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Celebran 50 años de la apertura de la primera filial de la editorial mexicana en Europa

La llegada del FCE a España se convirtió en espacio de libertad: Caballero Bonald
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 3 de octubre de 2013, p. 7

Madrid, 2 de octubre.

El Fondo de Cultura Económica (FCE) cumple 50 años desde que decidió en 1963, en plena dictadura de Francisco Franco, abrir su primera filial en Europa. Y el país, por supuesto, fue España, que tan ligada estuvo a través de su exilio político a la fundación de la propia editorial.

Para conmemorar la efeméride, se realizó un acto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde el Premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald recordó los años en los que la librería de la editorial mexicana era atacada por fanáticos de extrema derecha, que incendiaban sus escaparates y quemaba sus libros.

El FCE tiene uno de los fondos editoriales más importantes del mundo, con más de 100 mil títulos y más de 100 millones de ejemplares impresos a lo largo de su historia. Su fundador, Daniel Cosío Villegas, se empeñó desde el principio en tejer una red por el mundo que distribuyera y difundiera el catálogo de la que ya se erigía como la editorial más importante de América Latina.

Fue en 1963 cuando, bajo la dirección de Arnaldo Orfila, se abrió la filial en España y una librería llamada México, hoy Juan Rulfo.

Cristales rotos y libros quemados

La apertura de la filial no fue fácil, pues México era el único país que mantenía su promesa de no tener relaciones diplomáticas con el gobierno franquista, las cuales se reanudaron en 1976 tras la muerte del dictador.

Por eso la filial del FCE y la librería se convirtieron en espacios de libertad en un país sometido a la oscuridad de la censura y la represión. Algunos de los títulos de la editorial fueron prohibidos, pero se distribuían de forma clandestina.

El poeta José Manuel Caballero Bonald vivió en primera persona aquella época. Y así lo recordó:

“Cuando Javier Pradera se erige en el director de la filial del Fondo de Cultura Económica en Madrid, una nueva propuesta de libertad se intercala en aquel clima de represión y cortapisas. Quienes los que entonces frecuentábamos la librería México –aún no se llamaba Juan Rulfo– no olvidamos por ejemplo aquel coctel molotov que estalló junto a los escaparates.

“Los cristales rotos y los libros quemados hicieron las veces de símbolos de la brutalidad de los fanáticos. Tengo también muy presente la actitud noble y justiciera del FCE cuando decidió cerrar la librería y vaciar de libros los escaparates en protesta por los últimos fusilamientos del gobierno franquista.

Justo cuando murió el dictador volvió a abrir. Lo que también fue una visión ciertamente expresiva.

Al acto asistieron escritores, editores y personajes de la cultura, como el fundador de la editorial Anagrama, Jorge Herralde, la escritora Belén Gopegui, el ex rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, el director del FCE, José Carreño Carlón, y el embajador de México en España, Francisco Ramírez Acuña, entre otros.