Ciencias
Ver día anteriorJueves 3 de octubre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Investigadores de la UNAM y de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, los autores

Elaboran atlas de factores de riesgo para evitar desastres

El proyecto piloto se desarrolló en la comunidad chiapaneca de Motozintla

Útil para reconocer el impacto de sismos, erupciones volcánicas e inundaciones, entre otros

Se evaluaron condiciones geólogicas e hidrometeorológicas del estado

Será presentado el próximo 17 de octubre

Foto
El atlas de riesgos de Motozintla incluye una serie de mapas que permitirán conocer y dimensionar espacialmente todos los elementos relacionados con los peligros potenciales por fenómenos de origen natural. En la imagen, templo budista de Tailandia afectado por un temporalFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de octubre de 2013, p. 2

Investigadores de los institutos de Geofísica y Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con el Centro de Investigaciones en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Escuela de Biología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), desarrollaron un atlas de factores de riesgo para reconocer y prevenir el impacto de sismos, erupciones volcánicas, inundaciones y procesos de remoción en masas.

El atlas, cuyo proyecto piloto se desarrolló en la comunidad de Motozintla, Chiapas, representa un esfuerzo interinstitucional y multidisciplinario y se presentará el próximo 17 de octubre a las 12:00 horas en el auditorio del Instituto de Geofísica en Ciudad Universitaria.

Motozintla es una región de alto riesgo en la que convergen tres ríos principales, tres placas tectónicas y se localiza cerca de dos volcanes activos.

El objetivo de este trabajo es elaborar una serie de mapas que permitan conocer y dimensionar espacialmente todos los elementos relacionados con los riesgos por fenómenos de origen natural para poder hacerlos decrecer o anularlos.

El atlas representa un primer paso en el mecanismo de la gestión de riesgos, pues es una herramienta metodológica para reducir los desastres en el país, mencionó el doctor David Novelo, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, según un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias.

La evaluación del riesgo está determinada por dos variantes: la amenaza y la vulnerabilidad. Hay diferentes tipos de amenazas, que se pueden clasificar en naturales y socioculturales.

En tanto la vulnerabilidad es el resultado de una serie de factores, algunos de los cuales se relacionan con políticas e instituciones y con la carencia de activos; por ejemplo, algunas poblaciones de bajos recursos que estén relativamente alejadas de ríos, aunque sus viviendas sean precarias, si las probabilidades de inundarse son mínimas por desbordamiento del río, su vulnerabilidad existe, pero no enfrentan peligro de inundaciones. Sin embargo, hay otros factores que se deben considerar, como son deslaves, el impacto de algún sismo o el efecto de una erupción volcánica.

El atlas de la cuenca de Motozintla, toma en cuenta esos dos factores y los conjunta para presentar una serie de mapas que ofrecen un análisis integral sobre los peligros y la vulnerabilidad del municipio.

Se elaboró considerando los aspectos del territorio de la comunidad. Además, fue necesario evaluar de manera general las condiciones geológicas e hidrometeorológicas del estado porque, aunque los fenómenos naturales ocurran en una determinada zona, sus efectos pueden llegar a afectar otras áreas.

Los mapas que integran el atlas se realizaron mediante sistemas de información geográfica, simulaciones matemáticas y computacionales, modelos digitales de elevación del terreno y, esencialmente, estudios de campo.

Hasta ahora sólo se han caracterizado los tipos de amenazas y los niveles de vulnerabilidad; el siguiente paso será el desarrollo de una proyección de daños, en la que se determinará el riesgo socioeconómico y estructural, indicó David Novelo.

El atlas está dirigido principalmente a las personas que toman decisiones, con el propósito de que se determinen las medidas necesarias para reducir o eliminar riesgos y fortalecer la resiliencia de las comunidades ante los desastres, ya que en México no hay una cultura de prevención.