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Se quedó corto en el trato fiscal; debe cobrarles más impuestos

Tibieza del gobierno ante firmas de comida chatarra: diputados

La Sedesol actúa con dolo al comprometer la cruzada antihambre: Ceseñas

 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de septiembre de 2013, p. 8

El gobierno federal se quedó corto en el trato fiscal dado a las bebidas azucaradas, porque éstas y los alimentos chatarra han contribuido a que la población mexicana tenga el vergonzoso segundo lugar mundial en obesidad y problemas de diabetes e infartos en jóvenes menores de 17 años, reprocharon diputados federales de las comisiones de Educación y Desarrollo Social.

El Congreso aún espera la respuesta de la administración de Peña Nieto para que explique el contenido de los acuerdos firmados entre la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, y empresas trasnacionales dedicadas a la producción de alimentos procesados con grasas, grandes cantidades de azúcares y fructosa.

Al comentar la postura oficial frente al gravísimo problema de salud pública que implica el indiscriminado consumo de bebidas azucaradas y de alimentos procesados, los legisladores condenaron la tibieza del gobierno federal, porque en su propuesta hacendaria, dijeron, sólo aborda el tema de las bebidas endulzadas artificialmente como causante asociado de la creciente obesidad, y no incluye el resto de alimentos chatarra, porque éstos son los productos más tóxicos para la salud de los jóvenes, y sin ton ni son se siguen vendiendo en escuelas públicas y privadas.

La diputada María del Socorro Ceseñas (PRD) dijo que el pasado 5 de junio presentó a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión un punto de acuerdo de urgente y obvia resolución para que Rosario Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) cancelara los acuerdos que firmó –en el contexto de la cruzada contra el hambre– con empresas monopólicas del sector alimentario. En aquella ocasión el argumento fue que un convenio con Pepsi Cola representa la antítesis del programa estelar de la administración de Enrique Peña en materia de combate a la pobreza.

Casi dos meses después, el pasado 31 de julio, la Comisión Permanente aprobó la solicitud de Ceseñas con el siguiente matiz: en el ámbito de colaboración entre poderes, solicita respetuosamente a la Secretaría de Desarrollo Social que remita a esta soberanía un informe sobre los alcances de los convenios de coordinación y participación que ha suscrito en el contexto de la Cruzada Nacional contra el Hambre, con los sectores privado, social, del conocimiento y demás agrupaciones de su representación.

Ahora, la legisladora advierte que la titular de la Sedesol “actúa con dolo comprometiendo la Cruzada Nacional contra el Hambre, porque no alcanza a analizar ni a comprender el daño y la hipocresía con que actúan esas empresas, que prefieren dañar la salud de los mexicanos antes que comprometer sus intereses económicos.

Robles ha dicho que esos acuerdos producirán galletas nutritivas, afirmación atrevida y equivocada, porque esas mismas empresas agrupadas en Conméxico bloquearon los lineamientos que prohibirían el consumo de productos chatarra en escuelas públicas.

El tema de las bebidas azucaradas inquieta a Ceseñas porque no sólo hay algunas que simulan ser jugos, sino otras que contienen leche, y que entre comillas son nutritivas. Su base sí es leche, pero el agregado es un endulzante artificial, con lo que el efecto de la proteína de la leche se ve mermada.

Aún espera la respuesta de la Sedesol, porque es necesario que se disuelvan los convenios con las trasnacionales. Lo que estamos viendo es muy grave y a Robles parece importarle muy poco. Yo soy profesora de química: quema un cheto para que observes en qué queda reducido; o mete una moneda de cobre en una porción de Pepsicola para que veas qué sucede.

Lilia Aguilar, del Partido del Trabajo, también consideró grave que el gobierno federal no ponga énfasis en el cuidado de la salud de la población. Es necesario que se endurezca el cobro de impuestos en bebidas azucaradas y comida chatarra. El gobierno permite y forma una sociedad mal alimentada que tiene escasa postura crítica.

También Carlos Reyes Gámiz, vocero del PRD en San Lázaro, expuso que viene imponiéndose una tendencia mundial para que se cobren más impuestos en alimentos procesados que no otorgan ningún beneficio alimentario, pero que son de consumo popular.