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Trascendió que conformará una nueva fuerza política

Renunciará Arriola al Panal, ante inminente defenestración

La hija de Gordillo se quedó sola, afirman sus adversarios

 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de septiembre de 2013, p. 17

A Mónica Tzasna Arriola Gordillo no le salen las cuentas. Este viernes, dos lujosos hoteles de Paseo de la Reforma son sus cuarteles, en la víspera de su batalla final: evitar, con la amenaza de un litigio, que su salida de la secretaría general del Partido Nueva Alianza (Panal) se consume o, como dicen sus adversarios, reventar el consejo nacional, que se realizará en Puebla, “con porros del Politécnico” (luego de que los profesores de educación física se negaron).

Así las cosas, en el partido que presume una nueva forma de hacer política.

Los protagonistas centrales de este episodio son dos personajes cercanos a Elba Esther Gordillo: su hija Mónica y su ex secretario particular Luis Castro Obregón.

En la disputa de la lealtad de los cerca de 400 consejeros nacionales del Panal, Castro cuenta con el apoyo del comité nacional del SNTE, que encabeza Juan Díaz de la Torre, de los diputados neoaliancistas y el resto de la familia Gordillo. Mónica Arriola presume a sus cercanos el respaldo del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, de otros mandatarios estatales y de consejeros de varias entidades, destacadamente, Chiapas, Distrito Federal y el estado de México.

Moreno Valle está 100 por ciento de este lado. Y de los 100 consejeros que presumía tener ya sólo le quedan 32, dice una fuente del sindicato magisterial. Y agrega: Algunos de los suyos le calientan la cabeza y luego llaman acá para decir que son institucionales.

En el penal de Tepepan, la profesora Gordillo está enterada del asunto. La semana anterior, cuenta una fuente cercana a la familia, tuvo un ríspido encuentro con su hija menor, quien también la visitó el miércoles pasado, una vez conocida la decisión de echarla de la secretaría general del partido creado por su madre.

En la telenovela del Panal no hay ingredientes nuevos. Desde su tardía incursión en la política (ya entrados sus 30), Mónica Arriola chocó con casi todos los dirigentes formales de Nueva Alianza.

Su entrada fue por la puerta grande: como diputada federal en la legislatura que arrancó en 2006. Ese año, el entonces presidente del Panal envió a la Cámara de Diputados un enlace legislativo. Más tardó en llegar que la diputada Arriola, en correrlo: El licenciado Ruiz no puede nombrar a nadie sin consultarme, dijo al enviado.

Cuando Ruiz le llamó, ella le repitió la dosis:

–Tú no eres nadie para nombrar, para eso estoy yo.

–Soy el presidente del partido.

–No, tú estás ahí porque te puso mi mamá, y si quieres nombrar a alguien lo tienes que consultar conmigo o con ella.

El asunto llegó a la mamá y entonces se selló el destino de Ruiz: Jorge Kahwagi fue hecho presidente del partido. Quizás el empresario boxeador sea el único con quien Arriola no entró en conflicto.

Sus choques con los dirigentes formales del partido fueron siempre la comidilla en el sindicato y el Panal. Todos tuvieron que soportar desplantes y amenazas que siempre remataban con un pues si no te parece le hablo a mi mamá. El primer presidente del Panal, Miguel Ángel Jiménez Godínez, padeció sus maltratos más de una vez. Y Xiu Tenorio, quien puso el registro de su asociación política para el nacimiento del partido, prefirió renunciar a éste antes de ser destituido en una maniobra similar a la que ahora se endereza contra Arriola.

Foto
Mónica Arriola, en imagen de archivoFoto Jesús Villaseca

Del nado sincronizado a la guerra de lodo

Luis Castro Obregón llegó al primer círculo de Elba Esther por la vía más común: los afectos familiares de la lideresa. Compañero en la universidad de la hija mayor de Gordillo, Maricruz Montelongo, Castro formó parte del primer equipo de jóvenes asesores de Gordillo cuando la mano de Carlos Salinas la colocó en la secretaría general del SNTE.

La relación se remontaba a 1986, cuando varios jóvenes de la Universidad Iberoamericana colaboraron con la delegada general del PRI en Chihuahua (remember el fraude patriótico). A partir de abril de 1989, Castro hizo carrera al lado de la maestra Gordillo, de quien llegó a ser secretario particular.

Años más tarde, Castro Obregón partió a España para cursar una maestría que se convirtió en una larga estancia. Gracias al apoyo de la profesora Gordillo, sin embargo, pudo mantenerse allá como corresponsal de Notimex, primero, y luego como agregado del Cisen (se había graduado de analista de inteligencia en las universidades Carlos III y Rey Juan Carlos).

Cuando fue repatriado para hacerse cargo del Panal (le tuvieron que presentar a muchos nuevos dirigentes del SNTE a quienes no conocía), Castro presumía que con él no se repetirían los choques que padecieron sus antecesores. Mi relación con Mónica es excelente, parece que somos deportistas de nado sincronizado, se ufanaba.

En junio de 2011, ambos se hicieron cargo de Nueva Alianza, él como presidente y ella como secretaria general. Su relación se había estrechado desde 1996, cuando fueron observadores en las elecciones españolas, en la versión de Castro. O bien, como dicen cercanos a la familia, cuando Mónica fue enviada a Europa por su madre, en 1994, debido a que andaba un tanto extraviada en la vida. Castro hizo de chaperón.

El otro bando de la familia nunca vio bien la mancuerna: Mónica necesitaba asesoría, acompañamiento. Luis debería haber sido su hermano mayor, no su chalán, confía un allegado a los Gordillo.

Aunque no se sabe si presentarán los cargos en el consejo del Panal, los adversarios de Arriola la acusan de cosas como haber enredado los acuerdos electorales con los gobernadores de Zacatecas, Hidalgo, Tlaxcala y Aguascalientes; de gastar millonadas para vivir en un hotel con cargo al partido, y de haberse desaparecido un mes y medio antes de los comicios pasados.

Arriola regresó cuando arreciaban las protestas magisteriales y le anunció a Castro: Te presento al nuevo tesorero del partido. Fue la gota que derramó el vaso. Ese hecho tensó al máximo la relación entre ambos y precipitó la decisión.

Al caer la noche de este viernes, en el cuarto de guerra de Arriola se debatía si presentaba su renuncia en una conferencia de prensa o si acudía al consejo a defenderse. Eso discutían sus asesores, entre quienes destaca Luciano Pascoe. Según sus adversarios no tenía más opciones, dado que ya se quedó sola. En la mesa de los jefes del SNTE, mientras tanto, se repetía el nombre de la chiapaneca Sonia Rincón Chanona para el relevo.

De última hora, trascendió que Arriola no asistirá al consejo del Panal, anunciará en conferencia de prensa su renuncia a ese partido y que iniciará la conformación de una nueva fuerza política