Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 8 de septiembre de 2013 Num: 966

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

El llamado
Arturo Echavarría

El mejor verso de
San Juan de la Cruz

Luce López-Baralt

El huracán mítico
de Palés Matos

Mercedes López-Baralt

Devórame otra vez
Juan Otero Garabís

Querida abuela
Hjalmar Flax

En una calle del
Viejo San Juan

José Luis Vega

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Columnas:
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Un presunto ataque químico,
una represalia y una nueva catástrofe

Otra guerra inminente

Cuando esto se escribe parece inminente que Estados Unidos y algunos de sus aliados de la otan lanzarán un ataque militar en contra de Siria, utilizando el pretexto de que el ejército empleó armas químicas en contra de la población. Esta nueva agresión contra un país árabe cuenta apenas con el nueve por ciento de apoyo popular en eu y sucede al tiempo en que los inspectores de la onu (que de por sí han demostrado en el pasado reciente ser manipulables e incluso haber estado infiltrados por agentes de la cia) aún investigan los sitios y evidencias de supuestos ataques químicos previos. La información es contradictoria y sospechosamente oportunista (¿cómo puede creerse que precisamente cuando los inspectores se encuentran en Siria se lance un ataque químico? –la línea en la arena que determinó Obama–). El mismo Barack Obama que se atrevió a criticar la frenética y ciega marcha belicista hacia Irak, hoy ha cedido finalmente a la presión de asesores, aliados, subalternos, rivales y en particular del gobierno saudita para eliminar a Bashar el Assad, sabiendo las consecuencias que puede tener una acción semejante.

La primavera saudita

La energía libertaria y la frescura de la Primavera árabe fue rápidamente secuestrada por intereses siniestros y el movimiento, que intentó democratizar y llevar justicia al Medio Oriente, se ha convertido en el cementerio de la “repúblicas” árabes y, paradójicamente, ha dejado casi intactas a las monarquías. Hoy queda claro que los sauditas y sus aliados lograron manipular la turbulencia social para eliminar a sus rivales y enemigos e imponer una regresión social y política en el (de por sí retrógrada) mundo árabe, que sólo beneficiará sus intereses. La depuración de regímenes comenzó con la destrucción de Saddam Hussein, siguió con Muammar Kadafi, Hosni Mubarak y ahora Assad. No es que ellos fueran buenos líderes, todos eran dictadores, nepotistas e incapaces de entender lo que significan las libertades individuales o la democracia. Todos ellos eran represores que se rodeaban de aduladores y sinvergüenzas, que tenían en común un discurso demagógico y populista, así como un repudio por la influencia e intervencionismo saudita en la región. Hoy estos regímenes que representaban obstáculos para el control saudita del mundo árabe y musulmán están en ruinas.


Bandar bin Sultán

El príncipe

El 26 de agosto, el secretario de Estado John Kerry (el mismo que hace décadas se expresó en contra de la bestialidad de la guerra de Vietnam y hace unos años parecía una mejor opción que George Bush) declaró que el régimen sirio había usado armas químicas contra la población. La prueba que presentó fue un reporte de la organización Médicos Sin Fronteras que concluye que alguien usó un agente neurotóxico. Esto ocurrió tras más de un año de intenso cabildeo de parte del príncipe Bandar bin Sultán (quien estuvo involucrado en el escándalo de Irán-Contras, es íntimo amigo de los Bush, ha influenciado a cinco gobiernos estadunidenses y fue uno de los principales promotores de la invasión de Irak), fabuloso intrigante y Rasputín contemporáneo que puso en operación un programa de entrenamiento de rebeldes en Jordania desde el año pasado;  fue su servicio de inteligencia el que informó, también desde febrero pasado, sobre el presunto uso de armas químicas por parte del gobierno.

Paso 2

La pregunta obvia es: ¿qué sucede después? El ataque “aliado” es una campaña punitiva que tal vez se enfocará en destruir edificios oficiales, defensas aéreas, redes de suministro de servicios, instalaciones militares y armamento pesado. Esto debilitará al régimen, pero de ninguna manera protegerá a los civiles de su propio gobierno o de los inevitables racionamientos, o de los ataques de las diferentes facciones que constituyen a los rebeldes y de los propios misiles “inteligentes”. La historia reciente nos ha mostrado una y otra vez que los ataques llamados quirúrgicos son una ficción y siempre producen víctimas inocentes por millares (desde los aplastados por las bombas hasta generaciones enteras traumatizadas por el terror y el estruendo). Si lo que sigue es imponer una zona de no vuelo, patrullas con drones asesinos, bloqueos, embargos y provocaciones, regresamos paso a paso a las condiciones que dieron lugar a la guerra de agresión contra Irak, sobre la cual sabemos qué clase de catástrofe ha sido.

p. d.

Cuando esto aparezca publicado es casi seguro que Siria estará siendo bombardeada desde el aire y el océano. Triste manera de terminar el verano.