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Libro editado por la UNAM y la UCSJ; presentó Elena Poniatowska

Cantar de espejos..., poemario de chicanas que utilizan las palabras como balas
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de septiembre de 2013, p. 5

Para las escritoras chicanas las palabras son como las balas, explicó Elena Poniatowska a propósito del libro Cantar de espejos: poesía testimonial chicana de mujeres, presentado la noche del jueves en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia.

La autora de La noche de Tlatelolco dijo que el volumen, editado por Claire Joysmith, el cual reúne textos de 23 poetas, demuestra que la frontera es un río inagotable de cantos creativos, de voces que todo resisten y de esencias mexicanas indelebles.

Tributo a sus raíces

El trabajo de Joysmith en torno a la traducción, antologación e investigación –prosiguió la colaboradora de La Jornada– convirtió a las escritoras chicanas en una familia de mujeres cuya inteligencia y lealtad las coloca en un pedestal en el que ellas, a su vez, rinden tributo al país de sus ancestros, que es México y, sobre todo, a sus raíces.

De esta forma, las autoras chicanas cruzan la frontera y la transforman en un pasaje de ida y vuelta por el que avanzan muchos pueblos con fisonomías distintas, múltiples tradiciones y entrañables costumbres culturales.

También, agregó la periodista, estas mujeres cuentan la historia de las dos orillas –mexicana y estadunidense– en las que han muerto tantos mexicanos pobres.

Las chicanas rescataron a los muertos y crearon con su grito una nueva voz que nos estremece, un lenguaje único que zumba en nuestros oídos y lleva dentro la fuerza de un México que casi ya no existe, pero que ellas conservan como una herida que no quiere cerrar o como un rencor que alimentan con sus palabras.

Por esta razón, dijo Elena Poniatowska, la literatura chicana podría verse como una literatura del desarraigo y del disloque, la cual se impone a su linaje y se parece más que ninguna otra a la raza de bronce que alguna vez ponderó José Vasconcelos.

Las chicanas, subrayó, son mexicanas-estadunidenses o de muchos países y poseen confianza en sí mismas y una bravura que no se encuentra en otros; son abiertas y sin miedo dicen las cosas como son, no se esconden tras un rebozo.

Para las autoras, no hay máscaras, sus letras son la libertad andando, porque no saben de prohibiciones, supieron imponerse al racismo y a la discriminación.

La literatura chicana, puntualizó Poniatowska, surgió de la clase obrera; los temas que aborda son en torno al trabajo, las aventuras para seguir viviendo, la lucha para salir del paso y los temas laborales.

Además, en sus relatos se reflejan las vejaciones y las privaciones a las cuales son sometidos hombres y mujeres en un país que no es el suyo.

En la presentación del volumen participaron junto con Poniatowska, Rosina Conde y la editora de Cantar de espejos..., Claire Joysmith, quienes leyeron ante una nutrida asistencia varios de los poemas del libro.

La obra, coeditada por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), devela la rica tradición oral y poética heredada de un conjunto de raíces y culturas, y da cuenta de diversos testimonios: esos espejos de vivencias personales inseparables del reparo colectivo.