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Ver día anteriorViernes 16 de agosto de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Gen contra el miedo
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ecientemente, los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, Atlanta, encontraron un gen denominado OPRL1 (por sus siglas en inglés Opiate Receptor-Like 1), que no sólo es capaz de regular el miedo en ratones y seres humanos, sino que además contiene información para generar un receptor neuronal que incorpora una molécula conocida como nociceptina (un mediador vinculado estructuralmente a los opioides y que participa en el control de la analgesia endógena, la ingesta y los movimientos) a las neuronas que expresan dicho gen.

El científico español Raúl Andero Galí y su equipo de investigación sintetizaron un fármaco que se encarga de bloquear el gen OPRL1 y que, posterior a un proceso traumático en ratones, se inyecta llegando a la amígdala (zona del cerebro donde se genera el miedo desde las ratas hasta los monos y humanos) por vía sanguínea, siendo capaz de alterar los recuerdos del miedo en estos animales.

Se sabe que tras experimentar un hecho violento o traumático se registra lo que se conoce como memoria del miedo, capaz de evocar ese acontecimiento mediante pesadillas, ansiedad, alucinaciones, palpitaciones y paranoia, entre otros.

Este descubrimiento condujo a la conclusión de que el gen OPRL1 está implicado en el estrés postraumático, que representa un enorme problema siquiátrico para víctimas que sobreviven a un atentado, a un accidente, a secuestros, abuso infantil, etc.; personas que pueden tener serios problemas para distinguir entre un entorno seguro de uno peligroso y que tienen una mayor activación cerebral en las áreas relacionadas con el miedo y la activación del dolor, lo que puede llegar a convertirse en un verdadero problema de salud pública, como ya sucedió en Estados Unidos posterior al 11-S en 2001 y en Madrid, después de los atentados en la estación de trenes de Atocha el 11 de marzo de 2004.

Andero y su equipo de investigación plantean la posibilidad de probar este tipo de fármaco en las víctimas de atentados y/o accidentes inmediatamente después del evento traumático, anticipándose al pleno desarrollo de los síntomas de estrés postraumático.

A pesar de que los científicos de Emory obtuvieron resultados inyectando el fármaco directamente en la amígdala de los ratones, han sido capaces de extender la aplicación hacia zonas más viables, lo que facilitaría en un futuro próximo su uso en personas, como lo es la posible administración vía oral.

El receptor de la nociceptina (proteína fabricada por el gen OPRL1) y la propia nociceptina, se encuentran implicados en el control de varios procesos cerebrales, tanto en humanos como en otros mamíferos, y, especialmente, en todo lo relacionado con los instintos y las emociones.

El investigador aclara que se han identificado más de una docena de genes relacionados con el miedo y el estrés postraumático, y que cada uno de ellos se relaciona con componentes diferentes de estos trastornos; mientras uno puede estar relacionado con su desarrollo, otro puede estarlo con su mantenimiento.

Debido a esto, los científicos dejaron claro que hacen falta más investigaciones antes de poder confirmar plenamente estos resultados, a pesar de los tres años de estudio que los avalan.

Los resultados de Raúl Andero y sus investigadores fueron publicados en la revista Science Translational Medicine, subsidiaria de la prestigiosa publicación Science.

*Médico familiar de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco