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El mercado de la mariguana

Se debe escuchar a todas las voces, pide el Episcopado

Incierto, el valor terapéutico de la cannabis, sostiene la Conadic
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de agosto de 2013, p. 3

La posibilidad de regularizar la producción, venta y uso de la mariguana ha generado un intenso debate. Quienes están a favor argumentan que los usuarios tienen derecho a elegir si la consumen, además de que al normar esa sustancia se evitaría que los menores de edad puedan acceder a ella; quienes se oponen resaltan los daños a la salud que la cannabis puede generar y señalan que el argumento terapéutico para legalizar esa droga no es del todo válido.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en voz de su secretario general, Eugenio Lira Rugarcía, señaló que está dispuesta a participar en cualquier discusión que se organizara sobre el uso terapéutico de la mariguana, mientras que organizaciones que han pugnado por la regularización de esta sustancia consideraron que frente al agotamiento del modelo prohibicionista urge que las autoridades diseñen un esquema para regular su producción, venta y consumo, mediante el cual no sólo se reduzcan los daños a los usuarios y se erradique la estigmatización contra dicho sector, considerando que no por prohibir se acabará el consumo.

Jorge Hernández Tinajero, presidente del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas (Cupihd), puntualizó que no se trata de legalizar ni de despenalizar el consumo de mariguana. Se busca un sistema regulatorio de circuito cerrado, sin derivación al mercado abierto ni publicidad, que garantice los derechos de quienes la usan.

Explicó que los consumidores de mariguana sólo conocen de las instituciones del Estado a la policía y la represión; muchos de los usuarios de drogas ilegales en la ciudad de México han sido detenidos y extorsionados por la policía.

Gustavo Rojas y Amaya Ordorika, del grupo ReverdeSer Colectivo, señalaron que la simple legalización sería una propuesta superficial e insuficiente. Habría que impulsar un modelo de regulación con el que las autoridades puedan definir en qué sitios y a qué edad es posible consumir mariguana, además de supervisar la calidad de la sustancia, factores que ahora no están sujetos a control.

Cualquier sustancia que nos metamos al cuerpo tiene un impacto, pero no ha habido un solo caso de intoxicación por mariguana que haya matado a alguien, como sí los hay con otras drogas legales. Más allá de los daños que pueda causar, la mariguana no es una sustancia tan agresiva, indicaron a La Jornada.

En contraparte, Leoncio Lara Saénz, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, señaló que facilitar su ingesta y producción vulneraría tratados internacionales que garantizan el derecho a la salud.

¨La reforma de 2011 al artículo primero de la Constitución dice que los tratados internacionales firmados por México forman parte del órgano jurídico nacional, y el convenio de la ONU de 1961 –suscrito por México– asienta que la cannabis es peligrosa para la salud.”

Error, pensar en absoluto

La Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), por conducto del siquiatra especialista en adicciones Mario González Zavala, subrayó que la mariguana no ha mostrado ser más efectiva para tratar enfermedades que los fármacos existentes.

Disminuye náusea y dolor, pero no ha demostrado ser mejor que los medicamentos que ya existen, así que no hay justificación para usarla como medicamento, pues existen otros fármacos que pueden hacer esas funciones”, destacó González Zavala.

El investigador del CIDE, Alejandro Madrazo Lajous, consideró acertada la regularización de la mariguana en el ámbito local. Uno de los grandes errores de la política sobre las drogas es que ha sido diseñada y pensada en términos absolutos y universales.

Lira Rugarcía señaló a La Jornada que la CEM está dispuesta a dar su opinión y que lo lógico sería escuchar a todas las voces, a los expertos, a las organizaciones dedicadas a la rehabilitación, a los padres y a las instancias educativas y de salud.

Carlos Zamudio, investigador del Cupihd, destacó que el cultivo de la cannabis se permite en diversos lugares. Los tratados prohíben es la distribución de la planta hembra. Sin embargo, hay países como México que son más papistas que el Papa y prohíben toda la planta.

Acotó que el TLC permite a México importar productos derivados de la cannabis, pero de manera incomprensible, quizá irracional, no se permite el desarrollo de esta industria en el país.