Espectáculos
Ver día anteriorMartes 30 de julio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Hay un desconocimiento de los géneros entre muchos jóvenes, dice el académico del DIM

Para ser roquero se necesita interiorizar la música, no sólo el look, afirma Omar Guzmán
Foto
José Luis Domínguez, Pepe Torres y Omar Guzmán en las instalaciones de la Escuela DIMFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Martes 30 de julio de 2013, p. a10

Hay jóvenes que se inscriben en una escuela y creen que eso ya los hace músicos, pero para ello deben integrar dicha actividad a su vida, para vivir y no sólo sobrevivir, expresó en entrevista José Luis Domínguez, director del plantel DIM (Desarrollo Integral Musical).

Las escuelas del ramo están por iniciar un nuevo ciclo escolar y miles de jóvenes enfocan sus ilusiones no por vocación, sino por una imagen de protagonismo que difunden los medios de comunicación masiva, sobre todo la televisión.

Domínguez agregó que enseñar música es una responsabilidad creciente. Cuando se toman las cosas responsablemente y hay condiciones para pasar de un nivel a otro mucha gente deserta, por el compromiso.

Influencia de MTV

Presente en la entrevista, Omar Guzmán, director académico del DIM y quien imparte clases de composición, estilos y arreglos, consideró que es grande la influencia de MTV. “La concepción de la música ha cambiado profundamente. Hace unas generaciones nos tocó buscar lo nuevo a nivel discográfico, pero lo que llegaba era escaso. Me acuerdo que iba a aquellas tiendas Yoko o Hits 70 para buscar los géneros que nos interesaban; por ejemplo, el rocanrol; antes de la Gandhi apareció El Ágora, de Insurgentes. Posteriormente, en Gandhi había mucho para indagar. Luego, con Mix UPpy lo que hay en la radio ha cambiado mucho el panorama para los jóvenes.

“Ahora uno puede hallar pasillos de alternativo, de no sé qué, y realmente la calidad es poca. Muchos jóvenes traen esa información de que si no salen en MTV no tienen calidad. Una de las tareas del DIM es buscar que quieran la raíz musical, para la cual tengan referentes en el estilo deseado, para que no oigan el grupo de rock de la semana pasada. Se trata de que vayan al blues, a las raíces, a la música mexicana, porque hay un desconocimiento profundo de los géneros, como el mambo, el bolero. Me sorprendió que algunos no conocieran a Cri Cri, cuando Francisco Gabilondo Soler es uno de los compositores mexicanos con una mayor gama estilística, tanto literaria como musical. A los alumnos les digo que es un referente que deben conocer, como Agustín Lara. Hay que saber qué es una pirecua, un danzón, un bambuco, pero muchos no tienen la más mínima idea de que existen. Se trata de ir a las raíces, por ejemplo del blues, no de YouTube. La parte de Internet es una cosa maravillosa porque abre muchas puertas, pero si buscan un referente lo hacen en lo que hubo la semana pasada. Deben conocer lo que hay atrás, porque sólo así sabrán hacia donde ir”.

A su vez, Pepe Torres, subdirector académico del DIM (da clases de improvisación) y tiene a su cargo algunos ensambles, dijo: Buscar ser protagonistas tiene un contexto y causa culturales. Hay individualismo, no se hace equipo. La música es un arte que se cultiva con el tiempo. Por más que se quiera, no se puede enseñar en un curso de tres meses y los jóvenes sí buscan esa inmediatez y quieren todo muy rápido. Hay cosas que se dan poco. Aquí se han depurado algunos aspectos, como el solfeo, la lectura y el entrenamiento auditivo. El sentido principal del músico es el oído y hay que trabajarlo. Hay quienes tienen una facilidad, pero realmente el oído se puede perfeccionar. Es deber del músico hacerse entender en términos musicales, con los acordes. No es fácil y algunos abandonan o se desesperan. La parte que más trabajo cuesta a los alumnos es el solfeo, todo lo que tiene que ver con lectura. No encuentran inmediatamente los resultados en estas materias, que son difíciles. Pasando esto lo demás se facilita.

Estudios básicos

Guzmán: “Hay una visión de querer ser Justin Bieber. Nosotros decimos a los jóvenes que hay cosas básicas, como cantar. Dicen que para qué si son bateristas, pero a través de la voz se interioriza la música; lo que quieren es estar ya arriba del escenario, con mucho look, muchos tatuajes, pero con poco solfeo. Les decimos que no estamos peleados con su look de roquero, pero que lo que hace a alguien roquero es la interiorización de lo que es el mundo de la música, que implica trabajar la parte rítmica, la parte de lectura. No dudo que haya gente que toque bien sin todo esto, pero son excepciones, como Paco de Lucía. Ahora bien, hay gente que lee muy bien, pero no transmite nada.

Creo que esta mezcla de música popular y de conservatorio es una posibilidad de interpretar música. La parte popular es el origen de todas las músicas.

El DIM se localiza en Jardín 14, colonia Atlántida, Coyoacán; 5544 6120 y 5544 2325.