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La sirga, que aborda del tráfico de armas en el país sudamericano, se presentó en el GIFF

“Los colombianos no sólo somos narcos, guerrilleros o mujeres cirugiadas”

La cinta muestra ese algo a lo que te aferras cuando no se tiene nada, afirma la actriz Joghis Arias

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La joven actriz colombiana dijo que interpretar a Alicia fue muy complejo, porque era parca, mientras ella es súper expresivaFoto Notimex
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Periódico La Jornada
Miércoles 24 de julio de 2013, p. 9

San Miguel de Allende, 23 de julio.

Dentro de la actividades de la décimo sexta entrega del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) se presentó la película colombiana La sirga, del director William Vega, protagonizada por Joghis Arias, Julio César Roble, David Guacas y Floralba Achicanoy, donde se aborda de forma sutil el problema del tráfico de armas al sur de Colombia.

En entrevista con La Jornada, Joghis Arias es tajante y dice: El tráfico de armas en Colombia es un problema que lleva más de 60 años, sin este flagelo el problema del narcotráfico y la guerrilla hubiera sido menor al que padecimos en la década de los años 80.

La actriz, quien interpreta a Alicia, mencionó que la historia de La sirga “es como una versión de Alicia en el país de la maravillas al estilo colombiano”, y develó: La sirga literalmente es una maniobra que se hace con un lazo para encallar las lanchas a la orilla, pero en la película la palabra está llena de metáforas, como es el nombre del hostal. Es ese algo a lo que te aferras cuando no se tiene nada, pero también es el desprendimiento de no saber hacia donde se va y es, igualmente, un sobrevivir de la protagonista más que vivir, porque alrededor de 4 millones 500 mil personas en Colombia viven en desplazamiento forzoso por este problema del tráfico de armas.

La joven, quien forma parte de la delegación colombiana, país invitado en esta edición del GIFF, agregó: La guerrilla y los paramilitares en esta parte de Colombia despojan de todo a estas comunidades, que tienen que buscar refugio en otro pueblo cercano; el problema no ha cambiado en los últimos 60 años por los millonarios intereses del tráfico de armas. Ha habido algunas políticas de restauración de tierras y ayuda económica a las víctimas de quienes les han asesinado a alguno de sus familiares, o sea, suavizar un poco el conflicto. Ahora comenzaron algunos diálogos de paz para acabar con ese flagelo.

Tranquilidad espiritual

En La sirga, el castigo que reciben los traficantes de armas es un empalamiento, por lo que se cuestiona a Joghis Arias si es común ese tipo de ajusticiamiento: No, en esa región del sur de Colombia, Nariño, en un tiempo utilizaban este tipo de práctica, empalar a quienes cometían el error de traficar armas para grupos del crimen organizado y la guerrilla, ahora ya casi no se ve este tipo de castigos... actualmente ha menguado, de 2000 para acá, más o menos.

La sirga se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 2012 y ha recorrido los festivales de Toronto, San Sebastián, Guadalajara, Lima, y Cuenca, entre otros, donde obtuvo varios reconocimientos.

Para Joghis Arias interpretar a Alicia “fue difícil, porque yo soy la única actriz profesional que aparece en la cinta, fue complejo porque el personaje tenía que ser completamente parca, todas sus sensaciones las interioriza, y yo soy súper expresiva. Fue un reto entender la emoción, tranquilizarme y dejarme contagiar por la laguna de La Cocha, a la que se considera un de los siete puntos energéticos del mundo, es una cosa espiritual donde según la creencia indígena y chamánica todo el espacio es un campo espiritual y el resto del elenco fueron los lugareños, y los del crew, nos dejamos contagiar por eso”.

Arias también se refirió a lo difícil de ser una actriz colombiana: En Colombia hay una moda. Ahora para las películas con aspiraciones comerciales se sacan actrices de televisión para protagonizarlas y vendan, ya saben qué actriz funciona. Pero a mí este es el cine que me interesa hacer, estoy concentrada en esto.

Joghis Arias consideró que “actualmente hay un resurgimiento del cine colombiano, porque lo que la nueva generación de directores quiere es cambiar la visión tan estigmatizada de esta industria. Se intenta mostrar que los colombianos somos muchas cosas, no sólo narcos, guerrilleros o mujeres cirugiadas”.