Mundo
Ver día anteriorMartes 16 de julio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Policías reprimen manifestación de simpatizantes de Mursi

Islamitas y opositores egipcios desairan reunión con alto funcionario estadunidense
 
Periódico La Jornada
Martes 16 de julio de 2013, p. 27

El Cairo, 15 de julio.

William Burns, primer funcionario estadunidense de alto nivel en visitar Egipto desde que el ejército derrocó al presidente elegido de Egipto, Mohamed Mursi, el 3 de julio, fue desairado hoy tanto por los islamitas como por los opositores, en una jornada en la que la policía reprimió con gas lacrimógeno una manifestación de simpatizantes de Mursi.

Luego de reunirse con el primer ministro Hazem Beblawi, el presidente Adly Mansur y el jefe del estado mayor, Abdel Fattah Sisi, el subsecretario de Estado estadunidense, William Burns, insistió en que no llegó a reprender a nadie; sin embargo, ambos bandos del dividido Egipto sospechan que Washington conspira en su contra.

Únicamente los egipcios pueden determinar su futuro. No vine con soluciones estadunidenses, manifestó Burns durante una rueda de prensa en la que, sin embargo, afirmó que Washington valora determinados principios democráticos.

Burns fue desairado por las distintas facciones islamitas y liberales con las que tenía pensando reunirse. Primero, necesita reconocer el nuevo sistema, señaló el fundador del opositor movimiento Tamarud, Mahmoud Badr, sobre Estados Unidos. Segundo, debe disculparse por su apoyo al partido de la Hermandad Musulmana y por el terrorismo. Entonces podremos pensarlo, sostuvo.

El islamita Partido Nour también rechazó una entrevista con Burns, debido a la intromisión injustificada de Estados Unidos en asuntos egipcios, mientras que la Hermandad Musulmana, de Mursi, afirmó que Washington apoyó implícitamente el golpe militar, aunque no lo ha calificado como tal.

En tanto, detractores y partidarios del derrocado presidente volvieron a protagonizar multitudinarias manifestaciones en El Cairo, pero los seguidores de la Hermandad Musulmana fueron reprimidos por la policía, que usó gas lacrimógeno.

Los pro Mursi se enfrentaron a ciudadanos enojados porque habían bloqueado importantes calles de la ciudad y tuvo que intervenir la policía, que también fue agredida con piedras.

Al menos 92 personas perecieron en los días posteriores al derrocamiento de Mursi, más de la mitad de ellos a manos de las tropas cerca de la sede de la Guardia Republicana, hace una semana.