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Los choques, luego de que se prohibió marcha de protestantes

Tercera noche de enfrentamientos en Belfast; al menos 35 detenidos
 
Periódico La Jornada
Lunes 15 de julio de 2013, p. 33

Belfast, 14 de julio.

Belfast volvió a ser escenario hoy, por tercera noche consecutiva, de disturbios entre grupos de protestantes y policías, desatados por la prohibición de una marcha protestante en el norte de la capital de Irlanda del Norte, informaron medios locales.

Los manifestantes atacaron a los efectivos de seguridad con bombas molotov y diversos proyectiles, mientras la policía respondió con balas de goma. Un policía resultó lesionado.

El sábado por la noche hubo siete agentes de seguridad heridos.

Anoche, la policía de Belfast fue atacada con bombas molotov, piedras, botellas y otros proyectiles en otra noche de violencia causada por manifestantes protestantes, indicaron fuentes policiales la mañana de este domingo.

Jóvenes encapuchados, algunos con la cara tapada con pañuelos y portando banderas británicas, participaron en los enfrentamientos en el norte de la capital del Ulster. La policía respondió con balas de goma y cañones de agua.

Los disturbios comenzaron el viernes, cuando dejaron 32 policías heridos. Desde el viernes ha habido 35 detenciones.

Más de 600 policías adicionales llegaron de Inglaterra a la provincia en días recientes, en previsión de la tradicional marcha organizada todos los 12 de julio en Belfast por la orden protestante de Orange.

Unos 400 agentes más llegaron el sábado a Belfast, la capital de Irlanda del Norte, tras los incidentes registrados la noche anterior.

Los disturbios se incrementaron ante la prohibición del tradicional desfile que realiza el 12 de julio la orden de Orange en conmemoración de la victoria del rey protestante Guillermo de Orange sobre el católico Jacobo II en la batalla de Boyne, en 1690.

Irlanda del Norte, provincia británica, ha sufrido 30 años de violencia interconfesional que ha dejado al menos 3 mil 500 muertos. Los acuerdos de paz del Viernes Santo firmados en 1998 han conducido al reparto del poder entre protestantes y católicos, aunque siguen reportándose episodios de violencia esporádica.