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De 8 mil 500 que no reciben ingresos, 60% son mujeres

Somos víctimas de empresas voraces, acaparadoras, lamentan los empleados
 
Periódico La Jornada
Sábado 13 de julio de 2013, p. 11

De los 8 mil 500 empleados de Mexicana de Aviación, 60 por ciento son mujeres; de éstas, la mayoría son apoyos –a veces el único de su familia–, separadas, divorciadas o en vías de serlo.

La Jornada recopiló dos testimonios de trabajadoras afectadas desde agosto de 2010 por la intempestiva suspensión de operaciones de la aerolínea, que ayer cumplió 92 años de existencia.

Begoña López cumplió 11 años de antigüedad en 2010; es parte del personal de tierra. Se ocupaba de la documentación de pasajeros y equipaje, así como del registro de abordaje.

“Los trabajadores de Mexicana de Aviación nos sentimos como si estuviéramos en un holocausto. No exagero, el reto es sobrevivir día con día, pagar deudas y, lo que nunca imaginamos, hacer malabares para ¡comprar comida! Si no tuviéramos familia y amigos, ya hubiéramos muerto de inanición.

“Estos años han sido de grado extremo. Es muy fácil ver la situación desde fuera y decir ‘si ya no tienes este trabajo, si no te dan una esperanza real de fecha de reinicio de operaciones, pues ponte a buscar chamba en otro lado’. Lo que se olvida es que no somos jóvenes, sino gente que está por arriba de 35 años.

“Es decir, aun cuando tengamos un idioma extra, carrera y preparación para aspectos técnicos, somos personal especializado en cuestiones de aeronáutica. Incluso, en ese ramo estamos vetados porque nos dicen: ‘¿Para qué te contrato, para qué te capacito y te meto a las entrañas de mi empresa, si al rato que reabra Mexicana te vas a ir?’ Esa es la situación por la que atraviesan especialmente los sobrecargos, el personal de tierra.

“Somos jefes de familia sin apoyo en ningún lugar; no tenemos apoyo real del gobierno, de las empresas, de nadie... Entonces, vivimos de la caridad.

“Algunos han trabajado de extras de televisión; ganan 200 pesos por llamado, pero con eso sólo dices ‘compro leche, pan’. Otros se han dedicado a la venta de varios productos. Hay un caso muy sonado de un piloto que vende plumas y bolígrafos afuera de una iglesia. Imagina una persona con experiencia de 20 mil horas de vuelo, especializado, pagando licencias de millones de dólares y vendiendo plumas en una esquina para llevar pan a sus hijos. No porque ser comerciante sea denigrante, pero no hay una lógica que pueda medir esto: patrimonio perdido y talentos desperdiciados. Sin embargo, aquí estamos y tendrían que ponernos una bomba para desaparecernos. Somos las víctimas de empresas voraces que quieren acaparar lo que a Mexicana le costó décadas de trabajo: rutas, certificaciones, concesiones.”

Los compañeros se mueren

Otro de los sectores afectados por la suspensión de operaciones es el de los sobrecargos jubilados, quienes por una conquista sindical se convirtieron en empleados en retiro al cumplir 23 años de antigüedad. Desde hace un año no reciben pago alguno de las pensiones de parte de la empresa, la cual está en posibilidad de ser declarada en quiebra.

Habla Bertha Gossio: “Mexicana de Aviación es como una ‘mujer vieja pero muy elegante’ que este 12 de julio cumplió 92 años. Fue la primera aerolínea de América Latina, pionera de vuelos todo incluido, categoría frecuenta, etcétera, por lo que no podemos permitir que un grupo de ineptos de Harvard entierren a esta empresa.

“Por eso hacemos un llamado a Enrique Peña Nieto para que le devuelva la dignidad a Mexicana, a la madre de las líneas aéreas. La aviación es un negocio de talento. En nuestro caso, los jubilados fuimos despojados. Yo me jubilé en 2005 con una empresa entonces paraestatal y ahora me dicen que (la ausencia de pensión) es un asunto de empresa privada.

“¡Yo no me quería jubilar!, pero mi sindicato me decía: ‘¿Estás loca? Ya vete a tu casa y descansa. Esto es una conquista laboral.’ A ello me cansé de decirles que no quería nada regalado, que a mí me gusta sudar, que me duelan las piernas para saber que mi ingreso es bien ganado.

Desde agosto de 2010 nos empezaron a pagar la jubilación en parcialidades, pero desde junio del año pasado, no recibimos ni un solo centavo. Los compañeros se están muriendo sin un quinto de pensión, y hay ya tres suicidios. Nunca imaginé llegar a vieja en esta condición.