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El indígena venezolano José Ángel Fernández lo recibió por Dones y cantos al cerro mayor

Dedican a Carlos Montemayor la entrega del Premio Continental Canto de América

Piden al Ejecutivo Federal más recursos para saldar la deuda histórica con las culturas autóctonas

El escritor mexicano quedó maravillado por las lenguas originarias, dijo su viuda Susana de la Garza

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Javier López Sánchez, Jose Ángel Fernández Silva Wuliana, Susana de la Garza, Pedro Martínez Escamilla y Margarita Sosa durante la entrega del cuarto Premio Continental Canto de América efectuada en el Palacio de Bellas ArtesFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de junio de 2013, p. 5

Con un llamado al Poder Ejecutivo Federal para que destine más recursos con la finalidad de saldar la deuda histórica que se tiene con los pueblos indígenas, la noche del miércoles se efectuó en el Palacio de Bellas Artes la entrega de la cuarta versión del Premio Continental Canto de América al poeta venezolano José Ángel Fernández Silva Wuliana.

Necesitamos que el recurso dirigido hacia la atención de los pueblos indígenas, en lugar de que disminuya, aumente. Esto es indispensable para saldar esa deuda histórica que se tiene con ellos, sostuvo Pedro Martínez Escamilla, presidente de Escritores en Lenguas Indígenas Asociación Civil (ELIAC), instancia convocante del galardón.

Que no sea sólo un discurso, sino que se traduzca en acción. Eso es algo por lo que los pueblos indígenas todavía seguimos luchando y trabajando, una situación en la que falta mucho por hacer

Durante su discurso, el escritor de origen náhuatl destacó que si bien hoy las literaturas en lenguas indígenas viven a escala mundial un momento excepcional, en México prevalece un desigual desarrollo entre los diferentes idiomas originarios existentes.

Consideró impostergable preservar las lenguas que se encuentran en peligro de extinción en el país y promover el desarrollo de su literatura, lo cual, a su parecer, es una tarea muy larga y para la que se necesita el apoyo de las instituciones públicas y de especialistas, promotores, defensores y divulgadores como el fallecido escritor Carlos Montemayor, a cuya memoria estuvo dedicada la cuarta versión del premio Canto de América.

Sobre este reconocimiento, instituido en 1998 y el cual es auspiciado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Martínez Escamilla precisó que fue creado por el ELIAC, que este año cumple 20 años de haber sido fundado, con el propósito de hermanar a la América indígena por medio de sus tradiciones, costumbres y culturas

Lenguaje del sol y la libertad

Respecto de José Ángel Fernández Wuliana, quien ganó el galardón por su obra Dones y cantos al cerro mayor, Martínez Escamilla indicó que se trata de un poeta y músico tradicional wayuu, referencial no sólo para su lengua y cultura originarias, sino para la literatura de Venezuela.

Por su poesía, José Ángel Fernández parece ser parte de un mundo maravilloso en el que los pájaros hablan con los hombres y les cuentan sus actos de rebeldía. Sus poemas giran en la reluciente voz de los indígenas, se transfiguran desde la Laguna del Pájaro, y nos llegan a hablar del lenguaje del sol, de la libertad, describió en su turno Javier López Sánchez, titular del Inali, quien afirmó que escribir en lengua indígena es siempre un acto de rebeldía y resistencia, así como de amor.

Para agradecer el reconocimiento, el autor sudamericano leyó tres de los 60 poemas contenidos en su libro, e interpretó una pieza musical con su flauta de carrizo y un canto de su ancestral cultura.

Por su parte Susana de la Garza, viuda de Carlos Montemayor, habló sobre el arduo trabajo que el escritor chihuahuense, fallecido en febrero de 2010, realizó en favor de las culturas indígenas de México, en particular de sus lenguas y literaturas.

Recordó que el también poeta, traductor, ensayista y cantante quedó maravillado, completamente atrapado de las lenguas indígenas por su sonido musical, armonía, dulzura, poesía y construcción gramatical.

Fue por esas razones que él se propuso estudiar, conocer y comprender el valor de las voces del mundo indígena con el propósito de rescatarlo y preservarlo, agregó.

Su compromiso (de Montemayor) sigue y seguirá vigente mientras haya escritores e investigadores interesados en el enorme legado que él dejó. La mejor fórmula para mantener su legado vivo es seguir leyendo y aprendiendo, disfrutando y consultando esas investigaciones.