Economía
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La Secretaría de Hacienda mantiene su expectativa de 3.1%

Recortan especialistas a 2.6% el pronóstico de crecimiento para 2013
 
Periódico La Jornada
Martes 18 de junio de 2013, p. 25

El resquebrajamiento que sufrió la economía mexicana en el primer trimestre del año se prolongará al segundo y existe el riesgo de que se extienda hasta el tercer cuarto del año, consideraron especialistas financieros que, ante esa perspectiva, redujeron sus pronósticos de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para todo el año a un nivel de entre 2.6 y 2.7 por ciento.

Contra todos los pronósticos de que la economía despuntaría a partir del segundo trimestre, dos de los mayores grupos financieros del país, Banorte-Ixe y Santander México, bajaron sus proyecciones de crecimiento para 2013. Peor aún, prevén un aumento en los niveles de desocupación por el desaliento de las empresas a contratar nuevos trabajadores.

Grupo Financiero Banorte-Ixe y Santander México, en sendos reportes financieros, establecieron sus proyecciones a 2.7 y 2.6 por ciento, respectivamente, desde el 3 por ciento que en ambos casos tenían calculado anteriormente.

Si bien nuestro estimado anterior contemplaba una desaceleración de la demanda externa en el primer trimestre de 2013, consideramos que ésta ha tenido un efecto mayor a lo estimado que se extenderá hasta el tercer trimestre del año, explicaron los expertos Gabriel Casillas, Delia Paredes y Alejandro Cervantes, de Banorte-Ixe.

Añaden: La reducción del gasto del gobierno ha sido mayor a la esperada y vemos un deterioro en los fundamentales de las familias y las empresas, lo que pesará sobre la demanda agregada. Aún peor, se advierte un menor dinamismo en el mercado laboral del país. Los expertos de Banorte-Ixe alertan: Consideramos que la expectativa generalizada de desaceleración ha desalentado a las empresas a contratar más trabajadores, lo cual ha tenido un impacto negativo en la creación de empleos formales, así como en los niveles de desocupación, la cual se ha mantenido relativamente alta en los últimos meses.

Mientras tanto, los economistas de Santander México explicaron: “Si bien consideramos que durante el segundo semestre del año habrá una mejora relativa a lo observado hasta ahora, estimamos que resultará complicado ‘alcanzar’ un crecimiento de 3 por ciento como habíamos previsto hasta este momento”.

Pero no sólo estos expertos prevén un panorama económico menos optimista. En la más reciente encuesta entre especialistas económicos del sector privado, que mensualmente realiza el Banco de México (BdeM), ya se había vislumbrado el creciente escepticismo, pues ubicaron el crecimiento en un estimado de 2.96 por ciento para todo el año. El BdeM sitúa ese cálculo con una variación de un punto porcentual, es decir, entre 3 y 4 por ciento, mientras la Secretaría de Hacienda lo ubicó en 3.1, en tanto que la más reciente encuesta que efectúa Banamex, también entre expertos, se ubicó en una media de 3 por ciento.

En su reporte, los analistas de Santander México hacen referencia a que el pesimismo campea incluso en el BdeM. Hace unos días el gobernador del Banco de México comentó la posibilidad de que el banco central ajuste también su rango de crecimiento esperado, que actualmente se ubica en 3-4 por ciento, y que dado el caso podría modificarse medio punto porcentual por debajo de lo establecido hasta ahora.

No obstante, ayer la agencia Reuters divulgó declaraciones del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, a un noticiero de radio, en las cuales el funcionario sostiene que un crecimiento de 3.5 por ciento en el segundo trimestre sería algo alcanzable, y reiteró que se mantiene la expectativa de expansión del PIB local de 3.1 por ciento para 2013.

A duras penas

Los expertos de Banorte-Ixe explicaron que la baja en la estimación del crecimiento se debe a que el cálculo anterior contemplaba una desaceleración en el ritmo de crecimiento del PIB en la primera mitad del año. No obstante, los datos publicados hasta ahora sugieren que dicha desaceleración será mayor a la que inicialmente habíamos contemplado por tres factores: (1) El impacto del menor dinamismo de la demanda externa ha sido mayor a lo esperado y pensamos que se extenderá hasta el tercer trimestre del año; (2) la reducción en el gasto del gobierno ha sido también mayor a la esperada, y (3) la demanda interna se está moderando, resultado del deterioro de los fundamentales de las familias y las empresas.

Según sus análisis, parte de la desaceleración en el primer trimestre se explicó por un efecto calendario, derivado de que 2012 fue año bisiesto y la Semana Santa tuvo lugar en abril, lo que implicó menos días hábiles en comparación con igual periodo del año pasado.