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Consideran que pone en riesgo el periodismo y restringe el derecho de expresarse

Reprueban periódicos ecuatorianos nueva ley de medios de comunicación

Se acabó la fiesta a los poderes fácticos; inventar y manipular no es libertad, responde Correa

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En Quito, cientos de personas se movilizaron ayer en apoyo de la disposición del mandatario Rafael Correa, la cual fue aprobada el viernes anteriorFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de junio de 2013, p. 25

Quito, 15 de junio.

Los principales diarios ecuatorianos del sector privado reiteraron hoy sus críticas y preocupación por los alcances de la nueva ley de comunicación, la cual fue aprobada la víspera por el Congreso y ahora deberá ser ratificada por el Ejecutivo para que entre en vigor. Por el contrario, el presidente Rafael Correa afirmó que ésta es para que haya buena prensa.

Para el diario El Comercio, se trata de una nefasta ley para la democracia. Sostiene que el gobierno logró imponer una norma que pone en serio riesgo el ejercicio del periodismo y el derecho ciudadano a estar debidamente informado, al considerar que está orientada a limitar dichas libertades y habló de tiempos oscuros para el periodismo.

El Universo, que perdió un juicio por injurias que fue entablado por el presidente Correa –quien después perdonó la sanción a sus directivos y la multa de 40 millones de dólares–, publicó en su portada un editorial, en el cual asegura que dicha ley restringe claramente el ejercicio del derecho de expresarse y opinar libremente, ya que contiene normas, sanciones y procedimientos en esa dirección.

El periódico recordó que sus directivos, periodistas y columnistas han sufrido cierres, amenazas, persecuciones y atentados por quienes se sentían incómodos con su línea editorial.

En esa misma línea, Diario Expreso, de Guayaquil, habló de estupor en el periodismo por la ley de comunicación, y aseguró que el contenido de la norma desconcierta a la industria periodística, que no alcanza a medir aún el objetivo y sus repercusiones.

Algunas organizaciones, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que reúne a dueños de periódicos de derecha, y la estadunidense Human Rights Watch (HRW), también criticaron la nueva ley.

Jaime Mantilla, al frente de la SIP, afirmó que la norma nace de una guerra declarada del gobierno contra medios que no controla y considera sus mayores enemigos.

La disposición, aprobada por amplia mayoría en el Congreso ecuatoriano, fue calificada por HRW de asalto a la libertad de expresión. El director para las Américas de ese organismo, José Miguel Vivanco, sostuvo: Esta ley supone otro esfuerzo del presidente Correa para atacar a los medios independientes.

En contraposición, el diario público ecuatoriano El Telégrafo aseguró en su portada que la ley abre una nueva época para el funcionamiento de los medios.

Además establece una nueva repartición, más equitativa, de frecuencias y licencias de radio y televisión, al conceder 34 por ciento a medios comunitarios, 33 por ciento al sector público y 33 por ciento a privados con fines de lucro. A la fecha, los empresarios controlan 85.5 por ciento de frecuencias radiales y 71 por ciento de televisivas.

El presidente Correa se declaró satisfecho con la disposición, después de cuatro años de estar bloqueada, al afirmar que empodera al ciudadano para que pueda defenderse de los abusos de cierta prensa. Añadió que ya no mandan unas cuantas familias con dinero para comprarse una imprenta. Ahora se acabó la fiesta a los poderes fácticos, ya que inventar, mentir y manipular no es libertad de expresión.