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La asociación, integrada por 80 institutos, es galardonada en el área de cooperación internacional

Otorgan el Premio Príncipe de Asturias a la Sociedad Max Planck

Los centros que integran esta red desarrollan investigación básica en beneficio de la sociedad en campos como las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades, destaca el jurado

 
Periódico La Jornada
Jueves 13 de junio de 2013, p. 2

Oviedo/Berlín, 12 de junio.

La Sociedad Max Planck, prestigiosa red alemana de institutos para el avance de la ciencia, fue distinguida este miércoles en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de cooperación internacional.

El jurado valoró la vocación europea de la asociación, el planteamiento interdisciplinario y la estrecha cooperación entre centros de investigación y universidades de todo el mundo.

La red Max Planck está integrada por 80 institutos, cinco están fuera de Alemania, como la Bibliotheca Hertziana (Roma), The Art History Institute (Florencia) y el Max Planck Florida Institute (Florida).

Los centros que integran esta red desarrollan investigación básica en beneficio de la sociedad en campos como las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades, destacó el jurado.

La Sociedad Max Planck fue fundada en la ciudad alemana de Göttingen en 1948 y bautizada en recuerdo del científico germano que inició la mecánica cuántica. Surgió como continuadora del trabajo de la Sociedad Kaiser Guillermo para el Avance de la Ciencia, que comenzó su labor en 1911.

La Max Planck, con sede central en Munich, cuenta con más de 40 grupos de investigación integrados en universidades y fundaciones alrededor del mundo. En ella trabajan más de 17 mil personas, de las cuales 5 mil 300 son científicos. A lo largo de su historia, 17 de sus investigadores han obtenido el Premio Nobel.

Reconocimiento al esfuerzo por hacer avanzar la ciencia

Peter Gruss, presidente de la asociación, expresó la satisfacción de la institución por recibir el galardón. Reconoce nuestro trabajo y esfuerzo para hacer avanzar la ciencia en todo el mundo.

El Premio Príncipe de Asturias no es el primero que reconoce el compromiso de la Max Planck con la cooperación internacional. En 2006 recibió el de la Fundación Bill y Melinda Gates y en 2009 fue galardonada por la Organización Mundial de la Salud.

El compromiso internacional cuenta con una larga tradición en la Sociedad Max Planck y en los años recientes ha ganado cada vez más peso, declaró Gruss en un comunicado difundido por la institución tras saberse ganadora del galardón.

Mediante el intercambio de jóvenes científicos fortalecemos la comprensión por los intereses en otros países y ponemos la base para una cooperación científica internacional, sin la cual no podríamos superar los grandes problemas de la humanidad, agregó.

En el campo de la biología y de la medicina, sus unidades de investigación estudian aspectos relacionados con la microbiología, la ecología y la investigación cognitiva.

En química, física y tecnología, los trabajos se desarrollan en los campos de la astronomía y la astrofísica, la investigación de materiales, las ciencias de la Tierra y la investigación climática.

Y la sección de humanidades se ocupa de los estudios culturales, la jurisprudencia y las ciencias sociales y del comportamiento.

El Premio Príncipe de Asturias está dotado con 65 mil dólares y una escultura creada por Joan Miró, que el príncipe Felipe entregará en octubre en la tradicional ceremonia anual de estos premios en el teatro Campoamor de Oviedo.

La Sociedad Max Planck se impuso en la recta final de las votaciones del jurado a la candidatura del jesuita español Enrique Figaredo, obispo de la prefectura apostólica de Battambang (Camboya).

El de este miércoles es el sexto de los ocho Premios Príncipe de Asturias en fallarse en esta edición, tras el de las artes (Michael Haneke), ciencias sociales (Saskia Sassen), comunicación y humanidades (Annie Leibovitz), investigación científica y técnica (los padres del bosón de Higgs y el Cern de Ginebra), y el de las Letras (Antonio Muñoz Molina).