Desde la tribuna del Congreso, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, recalcó que se debe aprovechar el peso que tiene México en América Latina, región que posee condiciones inigualables para el desarrollo.

Un mayor desarrollo en América Latina convendría al mundo y a China, expresó, al ser recibido en sesión solemne en el recinto del Senado, a la cual también asistió el canciller José Antonio Meade.

Detalló que su país invertirá 500 mil millones de dólares en el mundo los próximos cinco años, y recalcó que su gobierno pretende incrementar la importación de productos mexicanos, sobre todo los de alto valor agregado.

Antes, durante una reunión con los presidentes y vicepresidentes de las cámaras de diputados y senadores, Xi Jinping destacó que la decisión que tomó, junto con el presidente Enrique Peña Nieto, de llevar la relación China-México a la categoría de asociación económica estratégica fue un mensaje para la comunidad internacional.

Después, durante su discurso ante el pleno de la Comisión Permanente, en el que intercaló frases y proverbios de filósofos, poetas y estadistas chinos y mexicanos, dijo que luego de haber trazado los objetivos para el futuro de la relación bilateral, es hora de llevarlos a la práctica, para aprovechar la coyuntura de la asociación y avanzar a un futuro promisorio.

El mandatario resaltó que las complejas y cambiantes circunstancias exigen a China y México trabajar de manera conjunta y persistir en el trato igualitario y la confianza mutua.

Citó la frase emblemática de Benito Juárez sobre el respeto al derecho ajeno y un pensamiento de Confucio que alude a que nunca hagas a otro lo que no quieras para ti mismo.

Xi Jinping insistió en que hay 400 millones de ciudadanos chinos que en los próximos años viajarán por el mundo y un destino será México. Se refirió a la esplendorosa cultura mexicana, y dijo que turistas chinos podrán visitar las pirámides del Sol y de la Luna o Acapulco.

Aludió también a su afición al futbol, y comentó que México y China compartieron a un entrenador, Bora Milutinovic, que en épocas distintas estuvo al frente de las selecciones de ambos países.

En ese tenor, comentó que hace dos años, gracias a una entrenadora china, la princesa del clavado mexicano, Paola Espinosa, y sus compañeros ganaron, sin excepción, las ocho medallas de ese deporte en los Juegos Panamericanos de 2011.

El presidente de China deseó que los clavadistas mexicanos ganen más medallas doradas y deseó también más oro para la cooperación chino-mexicana.

Aplaudieron el discurso los presidentes de la Cámara de Diputados y de la Comisión Permanente, Francisco Arroyo y Ricardo Anaya, así como los coordinadores de todas las fuerzas políticas y el canciller.

La visita del presidente de China al Senado, donde sesiona la Comisión Permanente, se dio entre fuertes medidas de seguridad, que incluyeron cancelar el servicio de los elevadores.