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Cancilleres de la OEA logran consenso: seguir la discusión de nuevas estrategias hasta 2015

EU, por una política integral contra las drogas en América

El presidente guatemalteco reitera su llamado a buscar formas más efectivas de combate al narco

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John Kerry, secretario estadunidense de Estado, y Elías Jaua, canciller venezolano, se reunieron ayer durante unos 40 minutos en Antigua, donde acordaron mantener un diálogo continuo para abordar la relación bilateralFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de junio de 2013, p. 21

Antigua, 5 de junio.

La lucha contra las drogas en el continente americano debe ser una política integral, sin abandonar la dimensión policial, declaró este miércoles el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, en su participación en el debate del 43 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Estados Unidos no pretende tener el monopolio sobre la mejor manera de controlar las drogas. No hay respuestas simples ni soluciones uniformes. Todos los países deben considerar sus propias circunstancias y experiencias, señaló Kerry en su primera intervención sobre el tema ante el foro regional que se efectúa en la colonial ciudad guatemalteca de Antigua.

Ante la asistencia de 26 cancilleres y delegados de los 34 países miembros del organismo, dijo que el gobierno del presidente Barack Obama entiende que sin un adecuado esfuerzo de reducción de la demanda, sin tratamiento ni educación, la prohibición y las medidas policiales no pueden ser totalmente exitosas. Así que seguimos comprometidos con una política balanceada, integral.

Una guerra que comenzó en los 70

A 40 años de que el entonces presidente estadunidense Richard Nixon (1969-1974) lanzó la guerra contra las drogas a principios de los 70, la OEA decidió abrir un debate sobre esa política luego de que los países de América Latina han cuestionado el alto grado de violencia desatado por el tráfico y el consumo de cocaína, de la que Estados Unidos es el principal receptor.

La OEA elaboró un informe por mandato de la Cumbre de las Américas de 2012 en Cartagena, Colombia, en que se recogió la idea central del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, de avanzar en nuevas estrategias alternativas, pero también como un asunto de salud pública y no sólo de seguridad. Pérez, incluso, ha pugnado por la legalización de ciertas drogas.

Ese informe recuerda que el debate de la legalización se ha abierto en numerosos países miembros, incluido Estados Unidos, donde dos estados, Colorado y Washington, aprobaron en referendos celebrados en noviembre pasado la legalización de la venta de mariguana. En esa perspectiva, países como Uruguay quieren debatir en el ámbito legislativo la legalización de la misma.

Estos desafíos impiden una caracterización fácil: las drogas fluyen en norte y sur, este y oeste, aseguró Kerry. Estados Unidos sigue abierto al debate, como ya indicó el presidente Barack Obama en sus dos últimas visitas a la región, indicó el secretario de Estado, que en Antigua celebró también su primera visita oficial a América Latina.

Es apropiado que lo hagamos en la OEA, añadió. Nos comprometemos a seguir trabajando juntos, dijo, y subrayó que todos los países deben considerar sus propias circunstancias y experiencias. Pero el gobierno federal estadunidense no se siente vinculado por las decisiones de sus estados, y seguirá considerando la venta y el traslado de droga como un delito nacional, precisaron fuentes oficiales.

Kerry, quien también sostendría reuniones con los cancilleres de Colombia y Perú –países que son los mayores productores de cocaína en el mundo–, afirmó que todos los países del continente están sujetos al escrutinio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ese órgano es cuestionado por naciones como Venezuela y Ecuador, y es otro de los temas a ventilarse aquí.

El presidente Otto Pérez insistió en su llamado a los gobiernos del hemisferio a comprometerse con la búsqueda de nuevas formas efectivas de combate a las drogas. En ese contexto, los cancilleres debatían sobre nuevas estrategias, sin encontrar consenso y sin mencionar las palabras legalización o despenalización.

El canciller anfitrión, Fernando Carrera, dijo que la definición de una nueva política antidrogas tendrá que esperar, ya que el consenso hasta ahora es continuar la discusión hasta 2015.

Nicaragua calificó de ignominia legalizar las drogas y apostó por continuar con la actual política frontal contra el narcotráfico. Argentina y México abogaron por el reconocimiento de la corresponsabilidad en el problema, tanto de los países productores, de tráfico y consumidores de drogas, sobre todo de cocaína en alusión al país del norte.