Madrid, 5 de junio.

El novelista andaluz Antonio Muñoz Molina fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, al identificar en su literatura la hondura y la brillantez con que ha narrado fragmentos relevantes de la historia de su país, episodios cruciales del mundo contemporáneo y aspectos significativos de su experiencia personal.

De manera paulatina, el galardón se ha convertido en referente internacional, al tener en su listado a relevantes autores, como Augusto Monterroso, Arthur Miller, Doris Lessing, Philip Roth y Leonard Cohen.

Desde 2000, cuando ganó el premio el guatemalteco afincado en México, Monterroso, no se había reconocido a otro escritor en lengua española. Hasta hoy, que el jurado optó por la candidatura de Muñoz Molina, quien superó a autores como el japonés Haruki Murakami y el irlandés John Banville.

Crítico de la clase política

Antonio Muñoz Molina, nacido en Úbeda, en la provincia de Jaén, en 1956, es un autor poco traducido a otras lenguas y el núcleo duro de sus lectores se encuentra en España, a pesar de que vivió varios años en Nueva York, cuando fue nombrado director del Instituto Cervantes de aquella ciudad.

El jurado vio en su obra numerosas cualidades, entre ellas cómo asume admirablemente la condición del intelectual comprometido con su tiempo.

Entre los libros más relevantes de Muñoz Molina destacan El invierno en Lisboa (1987), con el que al año siguiente recibió los premios Nacional de Narrativa y la Crítica; El jinete polaco, premios Planeta y Nacional de Narrativa 1991 y 1992, respectivamente; o Plenilunio (1997), que obtuvo en 1998 el Premio Fémina a la mejor novela extranjera.

También es autor de otras obras o antologías de relatos, como Historia de detectives y Escritores y sus ciudades, ambas en 1998; la novela Sefarad (2001), a la que siguieron En ausencia de Blanca (2003), Ventanas de Manhattan (2004), El viento de la Luna (2006), La noche de los tiempos (2009) y las recopilaciones de cuentos Nada del otro mundo (2011) y de artículos El Robinson urbano.

Desde 1995, Muñoz Molina es académico de la lengua, al ocupar el sillón u. También es un intelectual que ha expresado su rechazo frontal a los nacionalismos, tanto al español, al vasco, al catalán y a todo tipo de esencialismos, si bien en las pasadas elecciones dio su apoyo al partido conservador Unión Progreso y Democracia (UPyD), que defiende posturas españolistas extremas y que algunos lo sitúan como las siglas herederas de la tradición falangista española.

Como la mayoría de la sociedad española, el galardonado es muy crítico con el desempeño de la clase política, cuyo desprestigio a nadie se debe más que a ella, y está bien que se desprestigie el que roba, el que es sinvergüenza. De hecho deberían estar en la cárcel, aseguró en una de sus apariciones públicas más recientes, en la cual también criticó con dureza los recortes aplicados por el actual gobierno español, de Mariano Rajoy.

Me llena de esperanza la movilización ciudadana ante los desahucios y el modo en que el personal sanitario de Madrid lucha por la sanidad pública, aseguró.

Los premios Príncipe de Asturias están dotados, cada uno de ellos, con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón–, 50 mil euros, un diploma y una insignia.

La entrega se efectuará en octubre, en el Teatro Campoamor de la capital de Asturias, en una ceremonia presidida por los príncipes Felipe y Letizia.