Sociedad y Justicia
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El problema debe abordarse de manera dual: Amepad

Trastornos emocionales y de conducta, atrás de la adicción a la nicotina
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de mayo de 2013, p. 39

Los trastornos emocionales y de conducta están atrás del consumo y adicción a sustancias como la nicotina, la cual está reconocida como una droga de inicio que, de no evitarse, favorece la incursión de las personas en el uso de otros estupefacientes. De hecho, la carencia de un abordaje clínico dual (enfermedad mental-adicciones) explica el incremento de la problemática, afirmó Jorge Ocampo López, presidente de la Academia Mexicana de Patología Dual (Amepad).

El fenómeno es evidente en los adolescentes, quienes, sometidos a un elevado nivel de estrés y con problemas de ansiedad, reportan un alto y creciente consumo de cigarrillos. Al mismo tiempo, se han ielevado los suicidios en ese grupo de edad.

El especialista advirtió sobre la necesidad, no reconocida aún por autoridades e instituciones de salud, de contar con un manejo integral de la problemática, desde la perspectiva de la patología dual. Significa atender el trastorno mental y la adicción de manera conjunta. Sólo así se podrá prevenir y reducir el consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales, explicó.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, 12.3 por ciento de adolescentes son fumadores activos, es decir, alrededor de 1.7 millones de individuos. La cifra representa un incremento de poco más de 30 por ciento respecto de 2002.

Si bien la mayoría son fumadores ocasionales, hay alrededor de 65 mil que encienden el primer cigarro en los primeros 30 minutos después de despertar, a los cuales se considera adictos a la nicotina.

Por otro lado está la información sobre el aumento en el suicidio de los jóvenes, el cual se elevó casi cuatro veces en las pasadas tres décadas. Pasó de una tasa de dos por cada 100 mil habitantes a 7.5 en ese lapso. En 2011, 5 mil 718 adolescentes se quitaron la vida. El fenómeno es reflejo de la presencia de enfermedades mentales no atendidas, aseguró Ocampo.

Hasta ahora, ambas problemáticas se han abordado de manera separada. Por ello sus alcances son limitados.

El tratamiento bajo la perspectiva de la patología dual se instauró en los primeros años de este siglo en España y ya ha demostrado su efectividad. Incluso en México ha habido proyectos que dieron resultados, pero se terminaron por cuestiones políticas.

En entrevista con motivo del Día Mundial sin Fumar (31 de mayo), el especialista comentó que la erradicación del tabaquismo pasa por la solución de los trastornos mentales.

La Amepad se ha dedicado a señalar la importancia del abordaje dual y a difundir datos, como el vínculo comprobado entre el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) con el consumo de tabaco. Investigaciones referidas por Mario Souza, siquiatra y sicoanalista, en el libro Patología dual: aspectos clínicos y terapéuticos de la comorbilidad adictiva, señalan que en los adolescentes menores de 15 años es frecuente el tabaquismo.

Estos jóvenes tienen un riesgo aumentado de caer en alcoholismo y la mitad desarrolla trastornos por consumo de sustancias.

Ocampo López aseveró que ante un padecimiento como el TDAH, ansiedad o depresión, entre los más frecuentes, la persona empieza a sentirse bien cuando consume alguna sustancia. La ven como una solución. En el caso del tabaco, en la sociedad se observa como una decisión personal, cuando en realidad es manifestación de una enfermedad.

En el caso de los adolescentes, se conjunta el interés por explorar y aventurarse con un deficiente manejo del estrés y las emociones. Son incapaces de responder al ambiente en que viven, no pocas veces adverso, y ello es lo que orilla a ese sector de la población a experimentar primero con el cigarro y luego con otro tipo de drogas.

Ocampo advirtió que entre los adolescentes están las mejores oportunidades para controlar los trastornos mentales y prevenir las adicciones.

De otra forma, el bono demográfico que dio al país mayor cantidad de personas jóvenes se convertirá en un pagaré. En algunos años tendremos que pagar por lo que no hicimos para cuidar a nuestros jóvenes.