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La escritora y el historiador recibieron el Premio Biblos al Mérito 2013

Bárbara Jacobs reconoce la herencia cultural de sus abuelos inmigrantes

En este mundo de naufragios existe la esperanza en la incertidumbre, dice Martínez Assad

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Bárbara Jacobs y Carlos Martínez Assad con su galardón en el Centro LibanésFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de mayo de 2013, p. 6

La evocación de la memoria, la gratitud hacia las raíces familiares y culturales, así como el reconocimiento al poder de la palabra enmarcaron la entrega del Premio Biblos al Mérito 2013 a la escritora Bárbara Jacobs y el historiador Carlos Martínez Assad, efectuada la noche del martes en el Centro Libanés.

Esos valores y preceptos estuvieron presentes en los discursos pronunciados durante la ceremonia, a la cual asistieron integrantes de la comunidad mexicano-libanesa, diplomáticos del mundo árabe acreditados en el país e invitados especiales.

Uno de esos discursos fue el del director del consejo directivo del Centro Libanés, Víctor Bustani, quien destacó que la literatura, la escritura, la investigación y la historia son actividades inherentes a la vida humana desde tiempos ancestrales, y afirmó que a través de ellas podemos conocer lo que fuimos, entender lo que somos e imaginar lo que seremos.

Al respecto, subrayó que el Premio Biblos fue otorgado este año, en su sexta edición, a dos destacados mexicanos de origen libanés (Jacobs y Martínez Assad) que construyen y reconstruyen realidades a través de la palabra, la investigación y la ciencia.

Afirmó que tanto la escritora como el historiador, con su trabajo, no sólo han logrado trascender las fronteras en los cinco continentes, sino que han puesto muy en alto a escala global el nombre de la colectividad mexicano-libanesa, el de nuestro país y el de aquella nación árabe.

Pero, sobre todo, con la trascendencia de su trabajo, han rendido un merecido homenaje a quienes buscando un mejor futuro salieron de Líbano y llegaron a México con la firme determinación de salir adelante. Nuestros padres y abuelos, donde quiera que se encuentren, estarán muy orgullosos de ustedes.

El galardón fue instituido en 2007 con el auspicio de la embajada de Líbano en México y el Centro Libanés, y su principal finalidad es rendir homenaje en vida a quien además de pertenecer a la comunidad mexicano-libanesa, sea poseedor de una trayectoria excepcional en las áreas científica, artística o de humanidades.

Bárbara Jacobs, colaboradora de La Jornada, fue reconocida por su destacada trayectoria en la literatura, en los ámbitos de la narrativa, ensayo, traducción y periodismo; y Martínez Assad por su notable quehacer como historiador, docente, investigador, periodista y difusor de la cultura.

Por acercar a todas las culturas

En sus respectivas intervenciones, Jacobs hizo un reconocimiento a la herencia cultural y humana que le fue legada por sus abuelos inmigrantes, en tanto que el historiador compartió un mensaje optimista.

“Creo que en este mundo de naufragios –enfatizó–, existe la esperanza en la incertidumbre. Por lo que abogo por el respeto a los derechos humanos, por la abolición de las fronteras, porque se reconozca que no pueden existir naciones sin territorio, por la igualdad y la libertad de todas las sociedades, por la fuerza de las ideas, por el poder de la literatura y de la música y, además, quiero la paz sencilla en el resto del mundo”.

Entre los invitados especiales estaban personajes del ámbito literario, académico e intelectual, como Elena Poniatowska, Sara Sefchovich y Guadalupe Loaeza; el escultor y pintor Vicente Rojo y el periodista Carlos Payán, director fundador de La Jornada. Mientras, por el cuerpo diplomático árabe asistieron los embajadores de Líbano y Kuwait, Hicham Hamdan y Sameeh Essa Johar Haya, de forma respectiva, e integrantes de las embajadas de Arabia Saudita, Irak y Libia.

El representante diplomático libanés, en su turno, afirmó que no obstante de que el suyo es un país pequeño en Medio Oriente, siempre se ha distinguido por ser cuna de personajes ilustres.

“Líbano –afirmó– ha sido conocido a escala internacional a través de nombres muy destacados que han dado a la humanidad un gran desarrollo, grandes valores y también un empuje importante para acercar a las culturas entre todos los pueblos del mundo”.

Aludió a Bárbara Jacobs y su familia como ejemplo muy claro del espíritu de la cultura libanesa, al ser hija de un judío y un libanés de otra religión.

Así es Líbano. Este es el mensaje de mi país. Estamos muy orgullosos de que en Beirut está una pared que sirve como una mezquita y, unos metros más adelante, esa misma pared es la de un templo judío. ¿Dónde, en el mundo, existe esta forma de convivencia?