Economía
Ver día anteriorMiércoles 17 de abril de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

La recuperación mundial se observa en tres velocidades, pero eso es peligroso, advierte

Pierde impulso la economía de México: FMI; prevé PIB de 3.4%

Dada la situación mundial, el desempeño nacional se mantiene sólido, afirma

Insta el organismo a impulsar reformas estructurales

Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de abril de 2013, p. 33

Washington, DC, 16 de abril.

La economía mexicana pierde impulso. Este año y el siguiente crecerá 3.4 por ciento en cada caso, medio punto porcentual menos que en 2012, anticipó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dada la situación mundial, el desempeño de México se mantiene sólido, consideró el organismo.

Para que el crecimiento económico de México sea más fuerte, sin traer de vuelta presiones inflacionarias o sobre la cuenta corriente (que refleja la posición financiera del país frente al exterior), tendrá que haber reformas estructurales que mejoren el crecimiento potencial de la economía mexicana, expuso Jörg Decressin, subdirector del Departamento de Investigación Económica del FMI.

Hay varias reformas que se tendrán que implementar, fiscales, energéticas. Tiene que haber diálogo sobre lo que se puede hacer, comentó.

El crecimiento económico de México, tanto en 2013 como en 2014, estará cerca del potencial de su aparato productivo, debido a una demanda interna sostenida por la confianza de los consumidores, de los negocios y la resistencia del sector exportador, indicó el FMI en su informe Panorama de la economía mundial, presentado hoy.

La alta capacidad de utilización sugiere que continuará la recuperación de la inversión y tanto el crecimiento sostenido del empleo y las favorables condiciones crediticias deberían apoyar el consumo, abundó.

El estado particular de la economía mexicana es el de América Latina y el Caribe en conjunto. El crecimiento de la región se desaceleró en los últimos meses, lastrado por una disminución en las exportaciones y, en algunos casos, el impacto de factores internos, mencionó el FMI en el comienzo de su reunión de primavera.

El crecimiento de la economía de América Latina y el Caribe se desaceleró en los últimos meses, lastrado por una disminución en las exportaciones, aun cuando en la región se mantuvo una fuerte demanda y condiciones favorables de financiamiento, aseguró el Fondo Monetario Internacional.

La región en general, y particularmente Sudamérica desaceleraron considerablemente su economía, expuso Thomas Helbing, jefe de la división de estudios de la economía mundial.

El producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe crecerá este año 3.4 por ciento, medio punto porcentual menos que el previsto por el FMI hace seis meses, de acuerdo con el informe presentado hoy.

Brasil, la principal economía de la región, tendrá este año un crecimiento de 3.4 por ciento, seis décimas de punto menos que lo previsto en el reporte del semestre pasado, aunque ocho décimas más que el registrado el año pasado.

Aunque el crecimiento se ha moderado, la demanda interna en los países se mantiene fuerte, expuso el organismo. El PIB de la región se ha desacelerado desde el nivel de 4.5 por ciento registrado en 2011, lo que refleja el impacto de la caída en la demanda externa de productos latinoamericanos, añadió.

México y los países del Caribe guardan una mayor dependencia, en cuanto a sus exportaciones, de Estados Unidos. Mientras tanto, las naciones sudamericanas son más dependientes en este terreno de los mercados asiáticos y, en particular, de China.

A pesar de la moderación en el crecimiento, la demanda interna en América Latina se mantiene robusta y, en la mayoría de los países de la región, apoyada por condiciones financieras favorables y altos precios de las materias primas, agregó el FMI.

Si uno observa el caso de América Latina y el Caribe, y en particular de Sudamérica, el crecimiento se desaceleró considerablemente el año pasado y preveemos que repunte, expuso Helbing.

La situación de la región sigue siendo diferente según los países, y si uno observa la desaceleración del año pasado, lo que está reflejando es un menor crecimiento de las economías más grandes, mientras a otras más pequeñas y financieramente integradas, como Perú y Chile, les ha ido mejor, añadió.

El FMI consideró que los riesgos para la región han disminuido como resultado de las acciones de política económica adoptadas en Estados Unidos y los países de la zona del euro, que hasta hace unos meses eran los centros de mayor riesgo para el crecimiento.

Sin embargo, dado que el saneamiento del sector financiero en la zona del euro aún no ha sido completado, las subsidiarias bancarias europeas en la región siguen siendo vulnerables a una potencial disminución en los niveles de crédito, agregó.

Países en desarrollo y emergentes salen más pronto del bache

Roberto González Amador Enviado

Washington, DC, 16 de abril.

La economía mundial se recupera de la gran recesión a tres velocidades diferentes, sostuvo este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dada la fuerte interconexión entre países, una recuperación desigual es peligrosa en sí misma, sostuvo. Las naciones que más pronto salen del bache son las que el organismo clasifica como en desarrollo y emergentes, entre las que incluye a México. El mayor riesgo que enfrenta este grupo es el manejo de las ingentes cantidades de dinero que están ingresando a sus sistemas financieros y las presiones sobre el tipo de cambio de sus monedas, apuntó.

“Nos hemos movido de tener el año pasado una recuperación a dos velocidades –los países avanzados en retroceso y las naciones en desarrollo encabezando el crecimiento–, a otra que marcha a tres velocidades”, dijo esta mañana Olivier Blanchard, economista en jefe del FMI. Por un lado, dijo, los países en desarrollo y emergentes mantienen un sólido desempeño. Mientras tanto, en las economías avanzadas se comienza a dar una bifurcación: por un lado, Estados Unidos remonta lo peor de la crisis y, por el otro, en la zona del euro persiste la recesión, añadió.

Las tres velocidades a las que, según Blanchard, se mueve la economía mundial son: los países en desarrollo y emergentes, que crecerán 5.3 por ciento este año y 5.7 por ciento el siguiente. Estados Unidos repuntará 1.9 y 3 por ciento en 2013 y 2014, respectivamente. En contraste, la tercera velocidad es casi una reversa: la zona del euro registrará este año un decrecimiento de 0.3 por ciento (con contracciones de 1.5 en Italia y 1.6 en España, tercera y cuarta economías del bloque) y apenas remontará 1.1 por ciento en 2014, anticipó.

El crecimiento esperado para Estados Unidos, principal destino de las exportaciones manufactureras mexicanas, puede parecer no muy elevado, expuso Blanchard, en la presentación del informe Perspectivas de la economía mundial. Ese crecimiento es insuficiente para hacer mella en la elevada tasa de desempleo (en torno a 8 por ciento de la población activa), pero se da en momentos de un fuerte ajuste fiscal, que es de alrededor de 1.8 puntos del PIB de la mayor economía del planeta.

La región donde las cosas no pintan nada bien es en la de los 17 países que tienen el euro como moneda común. Uno de los que peor la está pasando es España, donde se asientan las matrices de dos de los tres principales bancos en México y de otras empresas relevantes en los sectores de telecomunicaciones, energía, infraestructura y turismo con amplia presencia en México.

La economía española enfrentará en 2013 otro año de recesión. Se contraerá 1.6 por ciento, después de haber decrecido 1.4 por ciento en 2012, de acuerdo con la proyección del FMI. La tasa de desempleo, que es de 25 por ciento de la población activa (una de cada cuatro personas en edad productiva está en la calle) subirá hasta 27 por ciento este año y se mantendrá en ese nivel en 2014.

¿La economía mundial está fuera de la zona de peligro?, fue interrogado Blanchard. Hace un año había dos riesgos: que Estados Unidos cayera en un precipicio fiscal (reducción de gasto y fin a algunas exenciones de impuestos, con un efecto de contracción en la economía) y las dudas sobre la sobrevivencia del euro como moneda común, respondió.

Ahora ya no hay riesgo de esas variaciones extremas. La pregunta ahora es cómo echar a andar la recuperación, añadió.

Las recientes buenas noticias respecto de la economía de Estados Unidos han venido acompañadas con renovadas preocupaciones respecto de la zona del euro. Dada la fuerte interconexión entre países, una recuperación desigual es también peligrosa. En varios sentidos, la economía mundial es tan débil como débil es uno de sus eslabones. Así que, mientras los riesgos han disminuido, no es momento para que sean relajadas las políticas impuestas para hacer frente a la crisis, consideró.

Los volátiles flujos de capital

Para los países que el FMI clasifica como emergentes –grupo que va de China a India; de México y Brasil a Corea o Vietnam–, los riesgos son de naturaleza diferente a los problemas de la eurozona o de Estados Unidos, expuso Blanchard.

El principal desafío quizá sea el manejo de los flujos de capital, apuntó. Las perspectivas favorables de crecimiento para ese conjunto de naciones, combinadas con las bajas tasas de interés en los países con economías desarrolladas, han generado continuos flujos de capital y provocado presiones en el tipo de cambio de los países emergentes, mencionó.

En 2012, los países de América Latina recibieron flujos de capital al sector financiero por 304 mil millones de dólares, 27 por ciento del total que fue canalizado a los países emergentes, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales, que reúne a los principales bancos privados del mundo.

El ingreso de capitales hacia los países en desarrollo es un proceso que refleja la fuerza de los países con economías emergentes y también el realineamiento que debe ocurrir si la economía mundial está recuperando la salud, expuso. Como hemos visto, los flujos de capital son volátiles, lo que vuelve la gestión macroeconómica más complicada. Así que el desafío para los países receptores es reducir la volatilidad de estos flujos cuando amenacen la estabilidad macroeconómica o financiera, planteó.

La inversión de extranjeros en bonos de deuda emitidos por el gobierno mexicano en el mercado local se multiplicó por seis desde 2009, hasta alcanzar en enero pasado la cifra récord de 127 mil 107 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de México.