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Los ataques, de la izquierda anticlerical: Federico Lombardi

Denuncia el Vaticano campaña difamatoria contra el Papa
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En Buenos Aires, pósters sobre el nuevo pontífice llaman la atención de una mujerFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 16 de marzo de 2013, p. 20

Buenos Aires, 15 de marzo.

En un rechazo firme a las acusaciones contra el nuevo papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio, sobre una presunta colaboración con la pasada dictadura militar (1976-1983), el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que existe una campaña difamatoria. Recordó que jamás ha habido una acusación, y señaló como parte de dichos ataques a la izquierda anticlerical.

Uno de los sacerdotes detenidos y torturados cinco meses en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), que cita el periodista Horacio Verbitsky en sus testimonios, Francisco Jalics, sostuvo que se ha reconciliado con lo sucedido. Considero, por lo menos por mi parte, el asunto cerrado. Afirmó en una carta que hace tiempo se rencontró con Bergoglio.

Lombardi aseveró que nunca ha habido una acusación creíble contra el actual Papa. Son hechos antiguos, no probados y, a la vez, con fuerte carga ideológica, sostuvo ante periodistas.

La justicia argentina interrogó a Bergoglio y jamás fue imputado de algo, remarcó Lombardi, quien recalcó que Francisco hizo mucho para proteger a las personas durante la dictadura. Una vez nombrado arzobispo de Buenos Aires pidió perdón en nombre de la Iglesia por no haber hecho más durante ese periodo de la dictadura.

Bergoglio fue citado en 2010 para que informara lo que sabía de algunos hechos, pero no como acusado, porque no existían pruebas de que les hubiera quitado protección a los dos sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics.

Recordaron voceros de la curia en Buenos Aires que se habla de testimonios contra el nuevo Papa, pero en realidad ninguno está probado. En uno de los testimonios se dice que es posible, pero es una presunción, no una afirmación concreta y probada.

Yorio y Jalics realizaban trabajo social con los pobres en la villa del barrio Flores y fueron secuestrados en mayo de 1976, llevados a la Esma y liberados cinco meses después.

En las denuncias de Verbitsky se dice que Bergoglio les aconsejó que abandonaran el trabajo social y que si se quedaban debían renunciar a la orden. La advertencia –sostienen otros– era precisamente para advertirles que corrían peligro.

Cuando Bergoglio declaró ante la justicia negó en todo momento haber quitado protección a los sacerdotes, y relató que ellos decidieron alejarse de la Compañía de Jesús porque trabajaban para formar otra congregación. Señaló que vio dos veces al ex dictador Jorge Rafael Videla y al contralmirante Emilio Massera para pedir por los sacerdotes. De todo ello habló Bergoglio en su rencuentro con Jalics.

Fue también a declarar, pero en ninguno de los dos casos como imputado, en el juicio que se investigaba la existencia de un plan sistemático de apropiación de menores, hijos de mujeres secuestradas, quienes eran mantenidas hasta el momento del parto y casi enseguida les arrebataban los niños para darlos entre militares, policías y amigos.

Sobre acusaciones de que una familia buscó en vano la ayuda de Bergoglio, el vocero del Vaticano sostuvo que ésta se refiere al tiempo en que el hoy pontífice no era todavía obispo, sino sacerdote provincial de Argentina.

En un escrito divulgado hoy, Francisco Jalics ratifica lo dicho recientemente por el vocero de los jesuitas, Thomas Busch, quien expresó que el sacerdote está en paz con Bergoglio. Recuerda que años después del fin de la dictadura se rencontró con el entonces arzobispo Bergoglio y que celebraron una misa juntos. Nos abrazamos solemnemente. Agregó que no puede juzgar el papel de Bergoglio en lo sucedido.

En este escrito enviado desde Múnich, donde Jalics está en la orden de los jesuitas, Jalics recordó que al llevar a cabo trabajo social con el sacerdote Yorio en Flores y que por informaciones erróneas fueron acusados de contactos con las guerrillas que operaban en esos momentos. Fueron detenidos en mayo de 1976. Después de los interrogatorios les prometieron liberarlos, pero estuvieron durante cinco meses en el infierno de la Esma, atados y con los ojos vendados.

Las Malvinas

En medio de todas estas situaciones el primer ministro británico, David Cameron, rechazó las declaraciones de Bergoglio del año pasado, quien habló sobre la usurpación de Malvinas por el Reino Unido. En ese sentido, calificó de fumata blanca lo ocurrido con los resultados del referendo de principios de esta semana, realizado por su gobierno en las islas, para saber si los poco más de mil 500 de unos 3 mil habitantes que votaron en el archipiélago de las Malvinas querían seguir siendo británicos y vivir en esa posesión inglesa de ultramar. Así le llaman.

La respuesta fue muy clara, comentó Cameron, quien consideró que los pobladores británicos se han definido por la autodeterminación, a pesar de las resoluciones de Naciones Unidas para descolonizarlas.

En 2012, al recordar los 30 años del enfrentamiento argentino-británico en las Malvinas, Bergoglio, en una misa ante los ex combatientes, dijo que rezaba por aquellos que han caído, hijos de la patria, que salieron a defender a su madre, la patria, a reclamar lo que es de la patria (las islas Malvinas) y les fue usurpado.

En tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Julián Domínguez, dijo tener la esperanza de que el Papa sea un instrumento para que se pueda construir el diálogo por la soberanía argentina de las islas.