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Es campeón mundial ligero de la AIBA

La meta de Pivi Romero es una medalla olímpica
 
Periódico La Jornada
Jueves 7 de marzo de 2013, p. a15

Juan Pablo Romero se sube al cuadrilátero sin careta y sin playera. Ahora practica el llamado estilo profesional en la Liga Mundial de Boxeo, en la que es el mejor del mundo en la división de peso ligero, además de que sabe que tiene las cualidades para dar a México una medalla olímpica de oro.

Esta modalidad de boxeo fue creada hace un par de años por la Asociación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA).

Con cara de buena gente, el primer mexicano campeón mundial en la nueva liga profesional de la AIBA –donde, al igual que los amateurs, no cobran– dice que con este título abriga la esperanza de dar al país una medalla dorada en la justa veraniega de Río 2016, porque soy el mejor del mundo en mi división, aunque sabe que no debe confiarse.

De guardia derecha y poseedor de un fulminante recto que a más de uno ha tendido sobre el enlonado, El Pivi –diminutivo de Pablo– tiene la idea clara de que “muchos dicen ‘vamos a jugar futbol’ o ‘vamos a jugar beisbol’, pero nadie dice ‘vamos a jugar boxeo’, porque éste no es un juego, es un deporte que te exige y absorbe mucho tiempo, a veces demasiado”.

Nacido en Villa del Carbón, en el estado de México, y aficionado a la charrería desde chavito, porque fue con lo que crecí allá en la casa, también desde niño le gustaron los trancazos y pensaba en que algún día, ya con más años, podría representar al país en el mundo, pero ahora lo que más anhela es escuchar las notas del Himno Nacional subido en lo más alto del podio, en la capital de Brasil.

Recuerda emocionado el púgil mexiquense aquel 9 de junio pasado, cuando logró la histórica hazaña de ceñirse la corona mundial tras vencer al ruso Adlan Abdurashidov, del Dínamo de Moscú, un boxeador bien fuerte, un poquito más alto que yo, pero pues para eso uno se da sus mañas, para contrarrestar las ventajas que el rival pueda traer, se sincera.