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Se aplica entre las semanas 8 y 12 de embarazo, explica Esther López Bayghen, del Cinvestav

Crea el IPN prueba para detectar malformaciones genéticas en fetos

Permite conocer el sexo alrededor de un mes antes que con el ultrasonido, anticiparse a la presencia de síndromes como el de Down, además de defectos en los cromosomas, señala

 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de marzo de 2013, p. 2

Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), crearon una prueba para detectar malformaciones genéticas en fetos de ocho semanas.

Los investigadores desarrollaron una prueba molecular que permite, desde la octava semana de embarazo, conocer la salud genómica del bebé, el sexo cuatro semanas antes que con el ultrasonido, anticiparse a la presencia de síndromes como el de Down, de Turner y de Klinefelter, además de aneuploidías severas (defectos en los cromosomas) relacionados con amenaza de aborto.

El Diagnóstico Genético de Células Fetales es una técnica de biología molecular que permite tener un panorama de los 46 cromosomas del genoma humano y de esta manera detectar a tiempo las aneuploidías que van a generar desde riesgo de aborto hasta malformaciones congénitas, señaló Esther López Bayghen, investigadora del departamento de genética y biología molecular del Cinvestav y líder del proyecto.

Según la investigadora, el análisis genómico comparativo como técnica se utiliza desde hace varios años en países del primer mundo para analizar genomas bajo diversas circunstancias, pero hacerlo para diagnosticar al bebé es algo que sólo se hace en el Cinvestav.

La experta en biología molecular destacó que la prueba tiene una certeza mayor a 95 por ciento y es más completa que otras.

Analiza todos los cromosomas, incluyendo los sexuales, por lo que se puede determinar el sexo del bebé desde la semana número ocho sin esperar hasta la 12, como ocurre con el ultrasonido; además, no es invasivo ni riesgoso; es menos costoso y se puede aplicar a cualquier embarazada.

Esta prueba se recomienda a embarazadas mayores de 35 años o que hayan estado expuestas a algún tóxico o medicamento agresivo, a radiactividad, que hayan sufrido dos o más abortos, o que hayan tenido un hijo o familiares con alteraciones genéticas.

López Bayghen explicó que la muestra se puede tomar entre la semana ocho y la 12, que es cuando hay mayor concentración de células fetales. El procedimiento es simple y similar a un Papanicolau.

En caso de observar una aneuploidía que pueda generar problemas, podemos señalar su tamaño, en qué va a comprometer la salud del bebé y el tipo de malformaciones, destacó.

Agregó que no es lo mismo tener una pequeña alteración en el cromosoma uno, que tener una trisomía en el 21. El objetivo es dar la información precisa a tiempo para que los padres, junto con el experto en consejo genético, tomen decisiones que en muchos casos mejoran la calidad de vida de ese bebé.

El Diagnóstico Genético de Células Fetales está subsidiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

La prueba se practica a un precio especial de 4 mil 600 pesos, gracias al subsidio, pero posteriormente incrementará el precio. El resultado se tiene en dos semanas.

La prueba fue diseñada por el Cinvestav en vinculación con el Instituto Ingenes.