Sociedad y Justicia
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Tonatiuh Bravo Padilla rechaza las críticas de que el proceso fue una simulación

En la elección de rector de la UdeG participaron quienes lo desearon

Ofrece una administración de puertas abiertas y trabajar con los liderazgos de la institución

 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de febrero de 2013, p. 29

Integrante del llamado Grupo Universidad, Tonatiuh Bravo Padilla, rector electo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) asegura que su administración será de puertas abiertas. Ante los cuestionamientos que en el interior de esa casa de estudios señalan que su elección fue una simulación, responde que no comparto las críticas en torno al proceso. Participaron quienes lo desearon.

Político forjado al amparo de dicho círculo, encabezado por el ex rector Raúl Padilla López, afirma que en su rectorado (2013-2019) trabajará con los liderazgos que existen en la institución, pero advierte que quien desee participar en definir el rumbo de la institución tendrá que seguir los mecanismos que establece la ley orgánica. No estoy cerrado a discutir la posibilidad de mejorarlos, pero hay que partir de respetar lo que tenemos.

Con una larga trayectoria pública, que lo llevó a ser electo como regidor en el gobierno municipal de Guadalajara, y candidato a la alcaldía, así como diputado federal en dos ocasiones por el PRD, Bravo Padilla afirma que el cambio de gobierno estatal, que luego de 18 años de administraciones panistas tendrá un Ejecutivo local priísta, es una oportunidad para replantear la relación entre el gobierno del estado y la universidad, así como para tener una relación caracterizada por el respeto, el apoyo y la identificación de las tareas que en común tenemos que hacer.

Administración incluyente

Al igual que Padilla López, durante su época estudiantil en esa institución (la segunda más importante del país al atender a cerca de 236 mil alumnos de bachillerato y licenciatura) fue presidente de la extinta Federación de Estudiantes de Guadalajara.

–¿Cuál será su relación con las voces críticas dentro de la UdeG?

–Mantendré una relación de respeto e incluyente con todas las expresiones críticas que deseen construir. Fue una elección en la que participaron quienes desearon inscribirse y que permitió al Consejo General Universitario tomar una decisión. Seguramente podremos mejorar en un futuro las formas de elección, pero definitivamente el consejo hizo su tarea y la participación de los demás compañeros fue muy importante para generar, no solamente las visiones distintas de la universidad y de sus procesos, sino de sus necesidades.

–¿Cómo definiría al Grupo Universidad, encabezado por Raúl Padilla, el cual tiene el control de la UdeG desde 1989 y a esta etapa de la universidad?

–Cuando Raúl Padilla fue rector se hizo un cambio importante dentro de la universidad, en su forma de organización interna, surgió la red universitaria, entre otras cosas, generó un cambio de época. Sobre las demás consideraciones, simplemente digo que todos los que participamos en la universidad somos miembros de la institución.

–¿Cómo avizora su rectorado?

–Tendré las atribuciones que me confiere la ley orgánica de la universidad. Mi política será ser incluyente con los puntos de vista de todos los universitarios y, por supuesto, trabajar con los liderazgos que existen en la universidad. La función del rector general es convocar a que todos hagamos un esfuerzo de colaboración armónica. Esa será mi política independientemente de con qué grupo de expresión se identifican.

–¿Qué mecanismos hay para la participación de estas diferentes expresiones?

–Veo simplemente manifestaciones de puntos de vista diferentes y son naturales en la universidad. No veo que la forma de gobierno institucional esté rebasada. Quien desee participar, independientemente si su postura es crítica o no, puede hacerlo a través de los mecanismos que establece la ley orgánica, y si hubiera alguna posibilidad de mejorar esos mecanismos, adelante. No estoy cerrado a discutirlo, pero es un hecho que debemos partir de respetar lo que tenemos. Hay que agotar los mecanismos de participación.

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Quien desee participar en la vida de la UdeG deberá hacerlo conforme a lo que establece la ley orgánica, indica el rectorFoto Archivo

–¿Le corresponde preparar el terreno para una sucesión democrática en la UdeG?

–No considero que mi periodo deba ser de transición. La universidad tiene estabilidad, no tiene huelgas y sus diferencias están siendo procesadas en sus órganos de gobierno. No tendría por qué transitar a otra cosa. Simplemente debo encabezar los esfuerzos de la comunidad universitaria y atender a sus órganos colegiados, tanto técnicos, académicos, como de gobierno. Donde surja alguna propuesta que venga a mejorar la participación de la comunidad en el gobierno universitario, procesarla con los órganos de gobierno para que pueda abrirse paso.

Incremento en la calidad y en la matrícula

–¿Cuáles son los principales ejes de su proyecto?

–El incremento de la calidad académica, con base en la mejora de los indicadores de la docencia; la investigación, la extensión y la difusión de la cultura. Incluirá darle continuidad a la evaluación y acreditación de los programas de licenciatura, así como diversificar y ampliar la cantidad de opciones curriculares de nivel superior.

También el incremento de la matrícula. Necesitamos dar respuesta a los jóvenes en su interés por estudiar y requerimos estar en condiciones de aumentar el número de alumnos que acceden a la universidad. Para ello presentaremos un plan al próximo gobernador con la finalidad de acompasar incrementos al financiamiento otorgado por el estado y de la federación.

“Dar solución al problema de financiamiento estructural de la UdeG. Tenemos un déficit en la operación desde hace cuatro años, motivado porque sistemáticamente no recibimos los recursos por parte de los gobiernos estatal y federal.

“Impulsaremos la vinculación con los sectores productivo, social y gubernamental. Hoy una universidad que no está vinculada en suficiencia pierde la pertinencia de su función.

“Tenemos un rezago nacional urgente con el tema de los sueldos de los académicos y los salarios al personal administrativo. Hay que revisar el tabulador nacional y las condiciones de trabajo. Es un tema de gestión con las autoridades de las secretarías de Educación Pública y de Hacienda.

–En cifras concretas, ¿cuáles son sus metas en estos ámbitos?

–Jalisco está rezagado dos o tres puntos de la media nacional en formación superior, que es 34 por ciento de atención a la matrícula. Tenemos apenas un 32 por ciento. La idea sería que en seis años podamos brindar la atención a 50 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar. En el caso de la media superior (obligatoria en la entidad), es llegar a 80 por ciento. Esto significa un reto para la universidad, porque implicaría cerca de 28 mil espacios en media superior y poco más de 100 mil espacios en la superior.

Hay un rezago muy fuerte en infraestructura. Algunos centros tienen más de 200 años; otros, 100 y otros más de 60 años de uso. Por otro lado, la demanda de estudios en nuevos lugares también nos está presionando.