Sociedad y Justicia
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Considera que no atiende las causas estructurales del problema

ONG cuestiona el modelo de la Cruzada Nacional contra el Hambre
 
Periódico La Jornada
Domingo 17 de febrero de 2013, p. 28

La Cruzada Nacional contra el Hambre del gobierno federal no va a atacar la pobreza, simplemente la va a maquillar, pues carece de un diseño que atienda las causas estructurales del problema y cuyo eje principal debería incluir una política de creación de empleos y remuneración digna, señalaron especialistas en economía y desarrollo social.

Alejandra Ancheita, directora de la asociación Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Prodesc), consideró que hace falta que definan con mucha más claridad la estrategia, porque a luces lo que se observa es una muestra de asistencialismo hacia lo que llaman atención a la desnutrición y la pobreza.

Apuntó, en entrevista, que la intervención de las secretarías de la Defensa Nacional, de Agricultura, de Educación y de Hacienda podría ser mucho más estratégica siempre y cuando tuviera como centro un programa en coordinación con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que atendiera las condiciones de pobreza con la creación de trabajos dignos y con la remuneración suficiente, y no sólo programas de apoyo. Sin embargo, advirtió, en ningún momento se ha mencionado su participación, que sería fundamental.

Por separado, la economista Carmen Ponce afirmó que la verdadera sustentabilidad de los programas orientados a abatir el hambre y la pobreza se encuentra en el desarrollo económico, la creación de empleos y la mejora a los salarios, pero eso que parece una verdad de perogrullo no se ha mencionado por las autoridades.

Comparó la Cruzada Nacional contra el Hambre con el programa Cero Hambre que se impulsó en Brasil, donde una de las primeras medidas fue aumentar el salario.

El aumento en ese país fue de 8 por ciento. En México, el incremento este año fue de 3.9 por ciento y hay una pérdida de poder adquisitivo en los últimos 30 años. Con ese salario es prácticamente imposible lograr una reducción de la pobreza, y en particular el hambre, señaló.

Auguró que la estrategia federal, en términos asistenciales puede ser exitosa; en el sentido de que el reparto de despensas y las medidas en educación van a funcionar hasta los límites que la propia política asistencial tiene, porque eso vuelve dependientes a las personas de la despensa. La solución sería que tuvieran los medios para comprarla.