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Everardo González estrenará su cinta comercialmente el próximo 8 de febrero

“Cuates de Australia no aborda la sequía, sino un pueblo que espera la lluvia”

Los comentarios que me han hecho sobre el documental van desde qué fuerte es la falta de agua hasta qué violenta es la vida y qué pacífica es la muerte, señala el realizador

Foto
Fotograma de la película que se presentó por primera vez en el festival de Guadalajara de 2012
 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de enero de 2013, p. 8

El cineasta Everardo González estrenará comercialmente su más reciente documental, Cuates de Australia, el próximo viernes 8 de febrero.

En entrevista con La Jornada afirmó que este trabajo “no es una película sobre la sequía, ésta sólo es un detonante dramático. La historia es sobre un pueblo que espera la lluvia. A todos nos gustan las películas de vaqueros, porque nos recuerdan nuestra infancia; esa fue una de las razones por las que llegué a Cuates de Australia: vaqueros esperando la lluvia, lo cual ya puede conectar con el público en general. Además, ver el paisaje del desierto del noreste mexicano es fantástico y quita un poco la idea del noreste hiperviolento, sanguinario, militarizado y criminal”.

En Cuates de Australia, un ejido localizado en Coahuila, Everardo González cuenta cómo sus habitantes realizan cada año un éxodo para buscar el agua. Hombres, mujeres, ancianos y niños esperan la llegada de las primeras gotas de lluvia para regresar a su tierra. Es la metáfora de un pueblo que durante su andar, se esconde de la muerte.

Aunque González presentó el la cinta en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara, la sensación que tiene es agridulce, porque sé que la exhibición del cine mexicano es muy difícil; la norma es el fracaso. El éxito de una película mexicana es la excepción... Creo que llega a tiempo para que siga la inercia después de su recorrido en festivales.

En su mejor momento

Respecto del estreno del filme, explicó: “No sé qué tiene formalmente la película para que ocurriera esto, porque siempre es un albur que una cinta funcione con el público. Lo que sí sucedió es que el documental está en un mejor momento que cuando estrené La canción del pulque y Los ladrones viejos. Llega mejor cobijado, más legitimado para los exhibidores, los distribuidores, los espectadores, los productores, los medios y las instituciones. El documental dejó de ser ese bicho raro que nadie entendía y en este escenario llega Cuates de Australia. Ahora el reto es que el público cruce ese umbral, a veces infranqueable, de la puerta de la sala de cine, que tenga el espíritu de ver lo que le han dicho que no vea”.

Agregó: Además, ayudó el subejercicio de cultura que se hizo el año pasado con el fideicomiso de Procine, que dio a cierto número de películas mexicanas las posibilidades para competir comercialmente; entonces los distribuidores se animaron más porque la inversión no era suya, sino de ese fideicomiso.

A la pregunta de cómo ve Cuates de Australia desde que se encontró con la historia hasta ahora, respondió: “Me gustó como está resuelta la película formalmente, porque se disfruta mucho a nivel cinematográfico: las locaciones donde fue filmada, como el desierto, me permitieron darle un tratamiento plástico y visual que abre el espacio. Actualmente, entre las nuevas generaciones de cineastas hay la costumbre de hacer un cine muy intimista, con el formato de televisión, en el que todo son planos cerrados y espacios claustrofóbicos. Es liberador ver películas con espacios abiertos, en los que la pantalla permite respirar sin llegar a ser contemplativo; aquí los planos duran lo que tienen que durar, por la misma narrativa de la película... Creo que por eso Cuates de Australia tuvo potencial internacional, pues cada vez más al resto del mundo le importa menos escuchar el español y leer los subtítulos; no interesa mucho no entender qué se dice, porque la imagen se cuenta sola”.

Respecto de los argumentos cinemáticos de Cuates de Australia, González dijo: “La premisa de la película también es sobre la esperanza: las madres que esperan en el vientre al hijo, los padres que esperan a que el hijo crezca para ayudarlo, los viejos que esperan morirse, la tierra y todo el pueblo que esperan el agua.

“La película plantea los ciclos de la vida y cómo están relacionados con la naturaleza, no en la tendencia new age, sino en la de la supervivencia. Por ejemplo, una de las grandes fortunas es que los niños, pese a las condiciones adversas en las que nacen, llegan a ser hombres fuertes que ayudan a su comunidad. La cinta tiene muchos elementos atractivos para el público, pero sobre todo emociona. Los comentarios que me han hecho van desde ‘qué fuerte es la sequía’ hasta ‘qué violenta es la vida y qué pacífica es la muerte’”.

Finalmente, el director de El cielo abierto también habló sobre la llegada de Jorge Sánchez a la dirección del Instituto Mexicano de Cinematografía. Dijo: “Me da mucha esperanza; le tengo mucho aprecio y respeto, conozco su trabajo, además, en los lugares que ha estado ha hecho algo relevante. Lo único que me preocupa es que pueda contra el sistema. Sé que la voluntad es la mejor y es férrea; es un tipo bueno y legítimo en lo que hace, a ver si el sistema le permite hacer cosas.

Rafael Tovar y de Teresa (titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) es un hombre muy inteligente, pero tiene detrás todo un aparato, que al menos en su periodo anterior en ese cargo, el cine fue un desastre.

Cuates de Australia ha sido galardonado como mejor documental en el 16 Festival de Cine de Lima, en 2012; en el 18 Festival Internacional de Cine de Los Ángeles, en 2012; en el 27 Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2012, y resultó ganador en la sección Tiempo de Historia, en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, 2012.

La cinta se estrenará el próximo 8 de febrero con 15 copias.