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Fábregas adelantó a los azulgranas, pero Varane igualó a 10 minutos del final

En emotivo clásico Real Madrid y Barcelona empataron 1-1

Messi y Ronaldo, con la pólvora mojada en el Bernabeu

Pedro falló oportunidad de aumentar la ventaja culé

Este jueves, Atlético contra Sevilla en la otra semifinal de la Copa del Rey

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El francés Rafael Varane festeja el gol con el que rescató el empate de los merengues ante el BarçaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 31 de enero de 2013, p. a13

Madrid, 30 de enero. Real Madrid y Barcelona empataron 1-1 en el juego de ida de semifinales de la Copa del Rey, tras ofrecer un clásico que respondió a la categoría de ambos equipos.

El partido jugado en un repleto Santiago Bernabeu fue tan parejo como el resultado, pero los azulgranas pudieron sentirse más satisfechos por el gol logrado fuera de casa.

La primera parte respondió a lo que se espera de dos de los clubes más populares del mundo. Cada uno en su estilo buscando el arco contrario.

Los merengues se juntaron en pocos metros y su arranque fue sorprendente. Pocos esperaban que con tantas bajas en la defensa –debutó Diego López en la portería– fueran a mostrar un inicio tan impetuoso.

Apenas les bastó un minuto para crear una situación peligrosa, con una falta ejecutada por Cristiano Ronaldo que José Manuel Pinto sacó con dificultades.

El Barça es un equipo que no suele arrancar bien los clásicos; le cuesta encontrar soluciones inmediatas a los problemas planteados por el rival.

Así sucedió en este encuentro, pero su juego fue creciendo en la medida en que Andrés Iniesta y Xavi lograron ver las subidas de los laterales para descongestionar.

La primera ocasión grande del cuadro culé fue al minuto 21, con un tiro libre de Xavi que se estrelló en el larguero.

Otra llegada visitante fue al 24, cuando Ricardo Carvalho regaló el balón a Cesc Fábregas, quien cedió atrás para que Xavi disparara, pero Raphael Varane lo sacó cerca de la línea de gol.

Real Madrid fue en buena medida lo que Mesut Ozil quiso. El alemán dio aire a su equipo, muy participativo en la creación. En cambio encontró poco de Benzema, aunque lo mismo podría decirse de Lionel Messi en el Barcelona.

La primera parte se fue con un par de acercamientos merengues y con aplausos de su hinchada, que presenció una primera parte más pareja de lo previsto y un digno espectáculo.

Aunque sucede que estos partidos pueden resolverse con pequeños detalles y uno de ellos apareció al minuto 50. Callejón se equivocó al despejar hacia el centro, Leo golpeó hacia Fábregas y éste definió con categoría.

El técnico José Mourinho tomó dos decisiones: puso a Modric en lugar de Callejón y ordenó una presión más adelantada.

Ronaldo tuvo el empate, con un remate a un metro del arco azulgrana que se marchó fuera ante la desesperación de la hinchada local.

Real Madrid reaccionó con categoría ante unos azulgranas que no mostraron la ambición de otros clásicos. Contribuyó a ofrecer esta sensación la inoperatividad de Messi.

Al conjunto local no le quedó otra cosa que arriesgar y los culés pudieron sentenciar al 72, cuando Pedro se quedó solo delante de López pero mandó el balón fuera con todo a favor.

Entonces ocurrió otro de esos detalles que inclinan balanzas en un clásico. Al minuto 80 Ozil colgó un balón en el área y Varane conectó un cabezazo impecable. El francés estuvo sólido en la defensa y, contra su naturaleza, fue decisivo en el ataque.

El juego de vuelta será el 27 de febrero y promete ser trepidante en el Camp Nou.

Un empate en el Bernabéu es buen resultado y Barcelona va a ir por el partido, dijo el segundo entrenador, Jordi Roura, ante la ausencia de Tito Vilanova.

Este jueves Atlético de Madrid recibe al Sevilla, con la duda del goleador colombiano Radamel Falcao, lesionado del muslo derecho.