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Mariana David y Bárbara Perea escribieron libro sobre el colectivo

Documentan la historia de Semefo, un mito dentro y fuera de México
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de enero de 2013, p. 7

La mayoría de los libros de arte contemporáneo que existen en México son catálogos de exposiciones, expresa Mariana David, coautora –con Bárbara Perea– de Semefo 1990-1999: de la morgue al museo (Universidad Autónoma Metropolitana, 2012), libro antológico surgido con la finalidad de historiar un colectivo que se había convertido en mito dentro y fuera de México.

Y, de manera más tangencial, hablar sobre el tema de la representación de la muerte en México como algo muy ligado a la construcción de un discurso y una identidad nacionales, así como de un momento muy relevante en el desarrollo del arte. La consolidación también del arte mexicano fuera del país, que se dio en los años 90 del siglo pasado, con la presencia de muchos proyectos y espacios independientes. Después, también, en qué medida el discurso de lo alternativo tiene cabida dentro de la institución. Cómo los nuevos lenguajes empiezan también a ser incorporados a los espacios institucionales, sin hacer un juicio de si es algo bueno o malo.

Para Mariana David, eso, ya habría que analizarlo, porque el espíritu de todo el arte alternativo era un poco eso, hacer una crítica muy grande de la institución, del poder hegemónico. Entonces, toca reflexionar, como si eso de verdad neutraliza los discursos o sigue habiendo una capa de crítica dentro de la institución. Esos son los tres objetivos que busca documentar el libro.

Como armar un rompecabezas

El proyecto comenzó cuando Teresa Margolles, una de las fundadoras del colectivo, se acercó a David y le dijo: tengo el archivo más completo sobre Semefo. ¿Te gustaría hacer un libro? A la entrevistada le pareció buena idea, porque le interesaba el colectivo.

“El proceso fue como armar un rompecabezas, tomar piezas que estaban dispersas. Es un libro que está un poco sesgado, porque si bien los integrantes de Semefo provenían de diferentes disciplinas: artes escénicas, artes visuales y música. Aunque se trató de incluir sobre todo la parte de la música que fue relevante en los performance de Semefo, este libro proviene de la visión de las artes visuales.

–¿A qué conclusiones llegaron?

–La forma en que sus miembros trabajaron fue proponiendo una estética de la destrucción en esa primera etapa que ahorita sería inútil, porque hoy día la situación es muy distinta a la de conservadurismo y censura que se vivía en los años 90.

Hoy la violencia está presente como una instrumentalización mediática y política. Vemos sangre, cadáveres y vísceras en la televisión, en la prensa diaria. Aunque Semefo nunca partió de una dimensión mediática, sino artística, de lenguaje simbólico, ese trabajo no cumpliría la misma función, no tendría la misma lógica.