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2013: expectativas y concepciones
E

xiste coincidencia entre los analistas de que en 2013 el crecimiento de la economía global será débil. Las grandes economías, como ha ocurrido desde el estallido de la crisis en 2007, tendrán crecimientos marginales e incluso en el caso de la eurozona habrá recesión. Los países emergentes que han tenido el mayor dinamismo en los años pasados, en este 2013 reducirán ligeramente sus ritmos de crecimiento aportando menos a la economía mundial. Se mantendrá, sin embargo, la tendencia a modificar los pesos relativos de países desarrollados y emergentes, a favor de estos últimos.

En 2011, según un estudio de Goldman Sachs Asset Management, China aportó un producto adicional equivalente a crear otra Grecia cada 12 semanas y media, o casi otra España cada año. Los BRIC’s juntos sumaron un producto adicional al año equivalente al tamaño de la economía italiana. Si a estos cuatro países se sumaran Corea del Sur, Indonesia, México y Turquía, su crecimiento anual del PIB sería equivalente a la economía del Reino Unido. Juntas estas ocho economías son de tamaño similar a la estadunidense.

Con los resultados de 2012 y lo que se espera para este grupo emergente en 2013 es evidente que su importancia aumentará sensiblemente, lo que tendría que expresarse en el manejo de los centros decisivos del poder económico internacional.

En 2013 a la economía global le afectará más lo que pase en Brasil, Rusia, India y China, que lo que suceda en España, Italia, Francia y Bélgica. Por esta razón, 2013 podría ser año de consolidación de un nuevo reparto de las cuotas de decisión del Fondo Monetario Internacional, junto con nuevas orientaciones en los flujos financieros mundiales.

El panorama para la economía mexicana no es halagüeño. Pese a que en el último momento se superó el abismo fiscal en Estados Unidos, el tema sigue en cuestión, ya que sólo se pospuso dos meses la solución definitiva de la reducción de gasto público, pero es claro que la habrá. Permanecerá la incertidumbre sobre el resultado fiscal final y el impacto sobre la economía mundial y, particularmente, sobre los mayores socios comerciales. De esta manera, el escenario económico previsto en el presupuesto aprobado por nuestro Congreso podría complicarse.

Las respuestas de política económica serán decisivas para enfrentar airosamente esta incertidumbre. En 2009, el año del impacto recesivo de mayor dureza para las naciones latinoamericanas, el gobierno mexicano destacó por su incompetencia para enfrentar la crisis, tratando de mitigar sus consecuencias. La persistencia de una política monetaria ortodoxa instrumentada por el Banco de México contribuyó a que perdiéramos más de seis puntos del producto ese año.

En este 2013 hay un nuevo equipo que gobierna, pero se mantienen en el poder las mismas ideas económicas. Las personas influyen en la manera en que se encaran los problemas, pero de las concepciones económicas derivan los instrumentos económicos de los que se hace uso para obtener los resultados deseados.

El asunto del control del déficit fiscal, que está provocando estragos de dimensiones catastróficas en Europa, aquí ha sido elevado a rango constitucional impidiendo su uso como variable para corregir la demanda de la economía.

La restricción legal para que el Banco de México se ocupe del crecimiento ha generado dificultades para alentar el uso del crédito, estimulando el consumo y la inversión.

Así las cosas, el equipo económico del gobierno del Partido Revolucionario Institucional pudiera resultar igualmente incapaz para enfrentar adecuadamente las dificultades económicas globales que el del gobierno panista recién relevado. No se trata de si unos saben y otros no, sino de que ambos son presos de ideas que han mostrado su incapacidad para resolver los dilemas actuales.

El ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, artífice del éxito brasilero, lo expresó contundentemente en la Convención Bancaria de 2011: para crecer hay que superar mitos creados por el pensamiento económico dominante.

No parece que el priísmo gobernante sea proclive a esta lectura económica de las circunstancias. Los resultados serán similares a los del panismo gobernante.