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Desarrolla grupo técnica mediante una red neuronal para conectarse con todo el planeta

Desde Chichén Itzá invitan a despertar la conciencia y la unidad de todas las personas en el mundo
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de diciembre de 2012, p. 4

Chichén Itzá, Yuc., 21 de diciembre. El cambio de era de los mayas representa un gran impacto de energía con el que hay que trabajar para despertar la conciencia y la unidad de todas las personas, aseguró el indígena maya Ac Tah, quien dirigió una de las sesiones efectuadas en la zona arqueológica de Chichén Itzá.

El caminante maya dirige un grupo de meditación que mediante movimientos con una red neuronal busca despertar la conciencia y la unidad de todos los seres humanos. Ac Tah fue uno de los que participaron en la ceremonia en Yucatán, con motivo del fin del 13 B’aktun de la cuenta larga del calendaio maya.

La técnica es un trabajo que hacemos desde hace varios años, los mayas trabajaban mucho las redes neuronales como una forma de expandir la conciencia y conectarla en todo el planeta, dijo Ac Ttah, vestido de blanco y con una cinta de colores en su larga cabellera negra.

Hoy tenemos un gran impacto de energía, estamos trabajando aquí en Chichén Itzá y en la población de Pisté; hacemos un trabajo para crear la nueva conciencia, la nueva red neuronal que nos permitirá el próximo año expandirla en todo el planeta para ir despertando a todos los seres humanos que deseen conectarse a la unidad, a este cambio, afirmó.

Juego de pelota en Mérida

En el Centro Histórico de Mérida, frente a la majestuosa catedral construida a finales del siglo XVI, la noche del jueves se realizó el ancestral juego de pelota maya Pok Ta Pok, como parte de la celebración del 13 B’aktún.

Jóvenes con penachos, capas y sandalias ambientaron la ceremonia con instrumentos autóctonos y anunciaron el inicio del ritual que despertó el interés de meridanos, así como de turistas nacionales y extranjeros.

El juego de pelota tenía amplio significado ritual entre los antiguos mayas, ya que los guerreros se sentían honrados de participar en esa competencia, no obstante que los perdedores eran sacrificados en honor a los dioses.

Se invocó al dios maya Hunab Ku para que bendiga a los habitantes de la región con la finalidad de que prevalezcan la salud, la paz, el respeto, los alimentos y el trabajo.

(Con información de Luis A. Boffil Gómez, corresponsal)