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Proyecto de colaboración entre la Facultad de Química y el Gobierno del Distrito Federal

La UNAM diseñó un humedal para mejorar el lago de Aragón

La planta, de las más grandes de AL, producirá más de 2 mil 500 metros cúbicos diarios de agua de alta calidad

Provee beneficios a personas y ha propiciado el retorno de aves al lugar

 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de diciembre de 2012, p. 2

La Facultad de Química de la UNAM diseñó un humedal artificial para el mejoramiento del agua del lago del bosque de San Juan de Aragón, puesto en marcha por autoridades universitarias y del gobierno del Distrito Federal (GDF).

Es una planta única en su tipo en México y de las más grandes de América Latina (tiene una superficie de 8 mil 130 metros cuadrados), que permitirá generar más de 2 mil 500 metros cúbicos de agua de alta calidad al día.

Este humedal, desarrollado con tecnología 100 por ciento mexicana, busca mejorar las características hídricas de manera natural, mediante el filtrado y tratamiento biológico a través de vegetación acuática, superficial y sumergida tanto de la planta de Tlacos, del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, como del propio lago.

Fue desarrollado por el equipo de trabajo de Víctor Manuel Luna Pabello, investigador de la UNAM, y contó con la participación de académicos y estudiantes de las facultades de Química, Ingeniería, Arquitectura y Ciencias, así como de los posgrados en Ingeniería, Biología y Ciencias Bioquímicas de la misma casa de estudios.

El proyecto consta de un sistema de conducción, un tanque sedimentador, un humedal terrestre y uno acuático, los cuales proveen una calidad propia para contacto humano; además, representa un hábitat adecuado para fauna, especialmente aves, tanto residentes como migratorias.

Desde su desarrollo, el proyecto ya ha hecho posible el retorno de unas 16 especies al lago, cuya superficie es de aproximadamente 12 hectáreas.

También incrementa los servicios ambientales del bosque, como la regulación del microclima, incremento de la biodiversidad, captura de contaminantes y mejoramiento del entorno, además del potencial didáctico que se integrará a la oferta educativa y cultural del parque.

El costo de este sistema de saneamiento fue aportado por el Comité Técnico del Fideicomiso para Apoyar los Programas, Proyectos y Acciones para la Prevención y Control de la Contaminación Ambiental en la Zona Metropolitana del Valle de México, del GDF.

Humedal artificial

Luna Pabello, del laboratorio de Microbiología Experimental del departamento de Biología de la Facultad de Química, explicó que el humedal –diseñado como estructura semicircular sobre una superficie acuática de aproximadamente una hectárea– tiene múltiples ventajas respecto de otras tecnologías de tratamiento: es económico, estético y un reservorio de flora y fauna de la zona; no genera lodo, ruido, ni malos olores; no requiere altos consumos de energía eléctrica, y su tiempo de vida útil es largo.

Además, su diseño es compatible con el entorno, al emplear sistemas con base en filtros de plantas y microrganismos que eliminan los contaminantes mediante procesos naturales que depuran hasta alcanzar el nivel de calidad requerido para actividades recreativas.

Antes de iniciar la construcción y definir sus características, se requirió conocer el tipo de suelo sobre el que se iba a construir, la superficie disponible para su instalación y la cantidad de agua requerida para sanear y la calidad que se deseaba obtener, afirmó Luna Pabello.

Una vez definido el modelo de esta tecnología novedosa, se sometió a licitación pública para llevar a cabo su construcción.

El investigador explicó que un humedal artificial es un sistema específicamente diseñado y construido por el hombre para tratar aguas residuales, que aumenta la capacidad depuradora o eficiencia del tratamiento mediante la optimización de los procesos físicos, químicos y biológicos que ocurren en los ecosistemas de humedales naturales.

En la primera etapa del proyecto las entidades involucradas llevaron a cabo análisis geoquímicos de los sedimentos del lago, calidad del agua, fauna acuática, estudios asociados al composteo de residuos orgánicos generados por la rehabilitación lacustre, y de impacto ambiental, encaminados a determinar las afectaciones al ambiente, estos últimos a cargo de la facultad.

Los resultados determinaron que el lago presentaba azolvamiento por la presencia de corrientes discontinuas de sólidos suspendidos, además de acumulación de nitritos y nitrógeno amoniacal, contaminación orgánica y rastros de azufre en los sedimentos del fondo.

Asimismo, mostraba un deterioro marcado, con más de 30 años sin recibir mantenimiento preventivo ni correctivo, por lo que potencialmente representaba un foco de infección para visitantes y fauna del lugar.

La propuesta planteada por Luna Pabello –quien posee amplia experiencia en el diseño, construcción y operación de humedales artificiales (desarrolló uno similar en los canales de Cuemanco)– cobró relevancia y se presentó como la mejor opción para dar tratamiento natural al lago.