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Rechaza hablar con la oposición no tolerada

Putin enarbola la democracia en su informe a la nación rusa
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 13 de diciembre de 2012, p. 27

Moscú, 12 de diciembre. Frente a las críticas de que su gobierno reprime a los adversarios políticos, el presidente Vladimir Putin utilizó el contexto del Mensaje a la Nación –equivalente de informe de gobierno que cada año el mandatario debe presentar ante los miembros del Parlamento y personalidades invitadas– para reafirmar que Rusia no tiene ni puede tener otra opción política que la democracia.

Putin, sin aportar ninguna prueba, volvió a insinuar que sus rivales son financiados desde el exterior y obedecen a intereses distintos a los del pueblo ruso.

Quien recibe dinero de fuera por su actividad política y, por tanto, seguramente sirve a intereses ajenos a los nuestros, no puede ejercer la política en la Federación Rusa, subrayó.

Porque, dijo, compartimos los principios democráticos universales aceptados en todo el mundo, pero la democracia en este país es el poder justamente del pueblo ruso.

Reconoció que hay que mejorar el sistema político y, en ese sentido, apoyó la idea de restablecer el sistema mixto de elección de diputados –por lista de partidos y circunscripciones mayoritarias– de la Duma, una de las demandas recurrentes de la oposición política.

Rechazó dialogar con la oposición no tolerada al dar a entender que los convocantes de manifestaciones multidudinarias contra el fraude electoral no presentan sus exigencias de manera civilizada ni las defienden dentro de la ley.

Putin eludió referirse a los altos funcionarios bajo sospecha de estar implicados en casos de corrupción, tema que ha tenido gran repercusión en los medios de este país, gracias a las filtraciones intencionadas que, se dice, son parte de una lucha de clanes por el poder.

Habló, eso sí, de aspectos generales de la corrupción como mal que es necesario erradicar para que Rusia avance. Las iniciativas formuladas por Putin en esta materia, sin embargo, nada tienen de novedosas. Propuso, por ejemplo, aplicar restricciones patrimoniales a los funcionarios del Estado, que deberían, en su opinión, explicar el origen del dinero en cuentas de bancos extranjeros, así como de las acciones y otros valores.

También sugirió reforzar el control sobre las adquisiciones respaldadas con el presupuesto federal, ámbito en que proliferan los actos ilícitos en beneficio de los funcionarios públicos.

En su discurso de hora y 23 minutos de duración, Putin no hizo ninguna formulación relevante en política exterior, centrándose en los problemas internos.

Presentó como gran logro de la política del Kremlin que este año, por primera vez en dos décadas, el número de nacimientos superó en 200 mil el de fallecimientos.

Sin embargo, los expertos en demografía atribuyen el fenómeno a que ahora están dando a luz mujeres rusas nacidas en los años 80 del siglo pasado –último boom de natalicios en tiempos soviéticos–, y cuando llegue el turno de parir de las nacidas en los 90 el decrecimiento poblacional volverá a ser alarmante.

Ofreció crear 25 millones de puestos de trabajo de aquí a 2020 y planteó la necesidad de desvincular la economía rusa de los paraísos fiscales; prometió mantener en 13 por ciento el IVA y consideró establecer un impuesto al consumo de artículos de lujo.