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Mañana empieza el congreso nacional del movimiento

Morena, ante el reto de no repetir vicios del PRD, señalan dirigentes
 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de noviembre de 2012, p. 13

El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) llega a su congreso nacional con el reto de convertirse en un partido político que no repita los errores cometidos por el PRD y marque un punto y aparte frente a la cultura política mexicana, señalaron dirigentes de la agrupación.

El riesgo de burocratización de Morena es real y por ello es importante cerrar el paso a ciertas actitudes que constituyen una cultura muy arraigada en la política, puntualizó Eduardo Cervantes, en vísperas de la asamblea en que se aprobarán los documentos básicos de la organización y se elegirá a los integrantes de la dirección, incluido el líder nacional. Este último tema ha generado expectación, dado que se han barajado nombres, pero no hay certeza sobre quién será electo.

La reunión se efectuará el 19 y 20 de noviembre en el deportivo Plan Sexenal, luego de un proceso de organización y debate que duró más de dos meses y en el que 299 congresos distritales se pronunciaron en favor de su transformación en partido y sólo uno votó en contra.

El diputado federal Martí Batres, quien el 26 de octubre pasado presentó su carta de renuncia al PRD tras 23 años de militancia, con el fin de incorporarse de lleno a Morena, puntualizó que la agrupación tiene diversos retos, pero hoy ya es una fuerza político-social muy importante. No hay ninguna otra que tenga su capacidad de movilización (basada sólo en el trabajo de organización y en la convicción), incluidos PRI y PAN, enfatizó.

Entre los desafíos del nuevo instituto se encuentra no cometer los errores del perredismo, agregó el diputado federal, mientras Cervantes Díaz Lombardo, dirigente de movimiento en el DF, refirió que el partido del sol azteca atraviesa por una profunda decadencia moral. En particular criticó que las cosas se definen en función de cuotas para los grupos que son de presión, más que corrientes de opinión o ideológicas.

Lamentó la disputa terrible que se da por las candidaturas y los cargos y que por disfrutar de esas mielecitas de poder se hayan abandonado el proyecto, los principios, las convicciones e incluso la memoria.

Batres y Cervantes señalaron que los estatutos de Morena ayudarán a evitar que se redite el problema de los grupos, pues éstos orientarán hacia una organización interna democrática y ciudadana, limitarán la relección de los dirigentes y promoverán que éstos sean electos a partir de sus perfiles y no de corrientes de presión.

Para Cervantes, la creación de espacios claros y permanentes para la participación de la base social y la militancia será la mejor garantía de que las cosas pueden cambiar.

Batres puntualizó que esta fuerza político-social no está planteada como un partido de corrientes. La conformación se efectuó no a partir de la aglomeración de agrupaciones prexistentes –como sucedió con el PRD–, sino del trabajo territorial realizado en los últimos dos años. Con todo, reconoció que la parte más compleja del tema es la cultura política de algunas personas y ahí todos los integrantes del movimiento deben contribuir.

Cervantes resaltó que en algunos congresos distritales y estatales de Morena se presentó el problema del clientelismo político, del sectarismo, de la manipulación, del voto inducido y de los bloques, pero de manera paralela hubo una actitud muy sana de muchos participantes que quieren honestidad y transparencia. De manera que en las asambleas hubo un punto de tensión entre un pasado que se arrastra y un deseo de hacer las cosas de otra manera.

Con información de Roberto Garduño