Deportes
Ver día anteriorDomingo 18 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Gol tempranero de Rojas y respuesta de Sabah tras el empate de Jiménez llevaron el encuentro a la incandescencia

Tembló el América, pero pasa a semifinales

Ochoa falló en un remate a bocajarro que Muñoz alcanzó a desviar

Terrible partido de Mosquera

Global de 3-2

Foto
El gol del canterano Raúl Jiménez dio respiro al AméricaFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de noviembre de 2012, p. a13

De manera sufrida, con el gol de visitante gravitando amenazante, el América rescató con pinzas el primer boleto de semifinalista, con global de 3-2, a pesar de perder 2-1 anoche en el estadio Azteca ante el Morelia, en partido intenso que tuvo con los nervios de punta al público y a los estrategas de ambas escuadras.

Dos equivocaciones terribles del colombiano Aquivaldo Mosquera dieron vida al cuadro purépecha, que se quedó a un gol de la hazaña. Ganó con tantos de Joao Rojas, al minuto uno, y de Miguel Sabah, al 41. Raúl Jiménez descontó por los amarillos, al 38 de acción.

Luego del mazazo que significó recibir el clásico gol de vestidor, el América tardó más de media hora en sacudirse el aturdimiento. El defensa Mosquera –ausente en el juego de ida por acudir con su selección– cometió la primera pifia grave: cuando intentó comandar la salida de manera despreocupada, dejó el balón a Joao Rojas, quien encaró al portero Moisés Muñoz y con tiro raso encajó el primero que silenció al Coloso de Santa Úrsula, el cual albergó a cerca de 40 mil aficionados.

Las Águilas intentaron emparejar. Adrián Aldrete descolgó por la izquierda y centró en busca de Christian Benítez, quien llegó tarde a la cita ante la buena marcación de Joel Huiqui.

Morelia tomó el control, pero el dominio resultó improductivo; los amarillos ganaron presencia y al minuto 25 Benítez puso un gran servicio que Daniel Montenegro no consiguió puntear. Esa llegada animó a los aficionados que lanzaron el grito de ¡Águilas, Águilas!

El propio Chucho, en otra embestida, aplicó un sombrerito a Enrique Pérez, y a punto estuvo de fusilar, si no es por la oportuna llegada de Rodrigo Salinas, que impidió el disparo. Al minuto 38 Salinas desarmó al incisivo Benítez, pero el balón llegó a Raúl Jiménez, quien soltó certero latigazo, imposible para Federico Vilar.

Con el 1-1 el cuadro de casa recuperó ánimos; no obstante, un nuevo descuido en la zaga fue capitalizado por el rival. Luego de un flojo despeje de Mosquera –el segundo error–, Cristian Recodo Valdez puso exacto servicio para Sabah y éste logró de nuevo la ventaja para los visitantes.

Para el complemento, América hizo pesar su ahora mínima ventaja, se parapetó y dejó que los Monarcas se desgastaran y perdieran la calma. Rubén Omar Romano intentó dar más fuerza a su ataque e ingresó a Jefferson Montero y a Híber Ruiz en lugar de Paco Torres y Recodo Valdez.

Las Águilas, con el ingreso de Rubens Sambueza, buscaron un papel más protagónico y dieron respiro a sus defensores. Los últimos minutos resultaron intensos, con los michoacanos volcados al frente y para la historia quedó la falla terrible de Carlos Ochoa, último cambio de Romano, quien erró un remate a bocajarro que Muñoz, tirado, alcanzó a desviar a tiro de esquina.

Llamada de alerta

Miguel Piojo Herrera advirtió que este juego fue una llamada de alerta para estar atentos en lo que sigue. Aceptó que la serie resultó sufrida y reconoció que entramos muy distraídos en el primer tiempo y ellos aprovecharon; afortunadamente Raúl hace un extraordinario gol que nos da oportunidad de convertirse en semifinalistas.

El timonel recalcó que el gol del adversario al minuto uno resultó “un golpe fuerte al estado de ánimo, pero fue parte de todo para ver que el grupo está unido. Todos fueron a levantar a Aquivaldo; después el equipo reaccionó y comenzó a meterse en el partido.

Así son los encuentros de liguilla, todos al filo de la butaca, con el corazón en la mano, pero el grupo debe estar consciente de que no teníamos que haber sufrido tanto, remarcó.

Por su parte, Romano expresó: Hicimos los méritos como para ganar, tuvimos para haber ganado... La serie la pierdo en el penal que no cobraron (en la ida); ahora buscábamos el tercer gol, es increíble la pelota que no entra de Ochoa, creo que ahí termina el partido.

Cuando le preguntaron hasta cuándo alzará por fin el trofeo, replicó: Para tener un título falta que Dios lo diga.