Opinión
Ver día anteriorSábado 10 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Algo pasó en el MUAC…
P

ero no sabemos muy bien qué. En principio, la del sábado 27 de octubre fue una sesión musical electroacústica de cierto interés, pero marcada en general por el desorden y la anarquía. ¿A qué se deberá, me pregunto, la proverbial entropía a la que tienden las presentaciones de música contemporánea? Para abrir boca, unos cuantos números sobre lo ocurrido en el auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC): retraso del inicio, 27 minutos; asistencia total, 23 personas; intérpretes en escena, cuatro mujeres; bocinas difusoras del sonido, dos; aniversario de Conlon Nancarrow como pretexto de dedicatoria, 100; obras interpretadas, cuatro; palurdo insufrible disparando su flash durante toda la sesión, uno.

El concierto electroacústico en cuestión estaba planeado para ser una extensión al Distrito Federal del Festival Visiones Sonoras de Morelia, de lo cual me enteré yo, pero prácticamente nadie más. La escasa promoción realizada por la UNAM no mencionó Visiones Sonoras, y apenas en alguna cartelera menor se dio magra noticia del acto. Maniático de la información y del dato duro, pregunté inocentemente por el programa, para enterarme sobre las intérpretes y la música. Respuesta 1: No, fíjese, es música como experimental, entonces no le manejamos lo que viene siendo un programa. Y yo insistente, preguntando dónde podía enterarme de algunos datos mínimos. Respuesta 2, literal: Ahí en la página de la UNAM viene todo. Ardua y compleja pesquisa, supongo. Y por el puro afán de dar lata, le pregunté a mi interlocutora del MUAC: ¿Y si no tengo computadora? Respuesta 3: mirada en blanco y silencio absoluto. Otro personaje de la logística del MUAC tuvo a bien informarme que a lo mejor en la taquilla tenían algo en el programa general del museo. Allá fui raudo y veloz: No, es que orita ya se nos terminaron los programas. Dese una vuelta en la semana, a ver. Yo digo que, precisamente por tratarse de música ignota y poco difundida, el público requiere y merece al menos un poco de información básica. (La que proporcionó de viva voz una de las intérpretes no fue de mucha ayuda. Apenas alcancé a enterarme de que una de ellas se llama Hanna, y otra Dafne). No hay mejor fórmula que la desinformación sistematizada para espantar al melómano y alejarlo de la música nueva.

Las cuatro obras del programa, fundamentalmente improvisadas, tuvieron al menos la virtud de la variedad y la diferenciación, con algunos momentos rescatables y bien logrados. Va una escueta descripción:

1. Una campanología sintetizada, tratamiento granular de diversas fuentes sonoras, voces grabadas y procesadas, una voz en vivo, recitado de letras del alfabeto para armar palabras y frases, interferencias radiofónicas, y un collage posmoderno (supongo) de músicas pregrabadas.

2. Fuentes sonoras electrónicas, los pedazos de un fagot desarmado utilizados como instrumentos individuales (suenan a lo que sea, menos a fagot), madera frotada, y un metainstrumento que no puedo describir con otro término que el de megaflautón.

3. La pieza más interesante de la sesión. Algo bueno hay donde la principal fuente sonora es un tazón con pelotas de ping pong y una porción generosa de fécula de papa, y donde las manos y dedos son el agente fundamental de producción del sonido. Objetos sonoros varios, incluyendo el deslizamiento de anillos sobre varilla, todo ello sólidamente amplificado. El resultado, una auténtica música concreta retro y low-tech, con algunos momentos muy semejantes a la legendaria pieza Variaciones para una puerta y un suspiro del genial compositor francés Pierre Henry.

4. Las cuatro intérpretes reunidas, acumulando y superponiendo los recursos electroacústicos de las tres piezas precedentes (incluyendo al fagot reconstituido y completo), resultando de ello algunos pasajes de buenos resultados sonoros y algunos otros carentes de una clara dirección expresiva.

Ojalá que en años subsecuentes la extensión chilanga de Visiones Sonoras retome el muy buen nivel que ha tenido en otras ocasiones.