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Grupos armados actúan por la noche o fines de semana, y ponen en riesgo a pobladores

El crimen organizado tiene tomados los ductos de Pemex; roba 9 mil barriles al día

Aumentan las tomas clandestinas y la extracción de energéticos; piden denuncias anónimas

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Silueta de una bomba petrolera se observa en Oklahoma. Los precios del petróleo bajaron con fuerza ayer martes, debido a que las acciones y las materias primas fueron presionadas por el temor a la desaceleración de la economía global, la continua crisis de deuda en Europa y débiles resultados corporativos en Estados Unidos. En Nueva York, el crudo estadunidense West Texas Intermediate para diciembre cayó 1.98 dólares, a 86.67 dólares el barrilFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de octubre de 2012, p. 31

Carlos Murrieta Cummings, director corporativo de Operaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), reconoció que el crimen organizado roba un promedio de 9 mil barriles diarios de productos terminados como petrolíferos refinados, gas LP y turbosina.

Esta cifra equivale a la sustracción de casi 1.5 millones de litros por día, cantidad suficiente para casi 36 mil automóviles con tanque de 40 litros.

Si bien el funcionario aclaró que ese volumen representa 0.7 por ciento de la producción total de la empresa, lo más importante es que se pone en riesgo la seguridad de la población, como ocurrió el pasado fin de semana por una fuga provocada por una toma clandestina en Tepeji del Río, estado de Hidalgo.

De acuerdo con el más reciente reporte de Pemex, al cierre de junio de 2012 el volumen estimado de combustible sustraído ilícitamente a través de tomas clandestinas ascendió a un millón 841 mil 478 barriles, lo que representa 18 por ciento más que el faltante calculado para el mismo periodo de 2011, que fue de un millón 557 mil 569 barriles. Según la empresa, “el incremento de las tomas clandestinas y en el volumen estimado de robo observados se debe a que los sistemas de ductos están prácticamente tomados por bandas del crimen organizado y grupos armados”.

Ayer, durante su participación en el simposio sobre Reforma energética organizado por la Universidad Anáhuac, Murrieta Cummings comentó que los delincuentes, para evitar ser localizados, actúan principalmente en horarios nocturnos y los fines de semana, y para reducir las posibilidades de ser detenidos en grupo se especializan en perforación, instalación de mangueras o sistemas de tubería, llenado de los carros-tanque utilizados y en su conducción.

Se han dado casos en los que los delincuentes, para evitar que los equipos de vigilancia los descubran, han instalado mangueras hasta de 4 kilómetros de distancia de donde se realizan las perforaciones a los ductos, dijo el funcionario.

Pero, puntualizó, “no importa qué nos roben; así sea un barril, es importante por el riesgo que corre la población. En el caso de Tepeji se tuvo que cerrar la carretera por seguridad y desalojar de la zona unas mil 500 personas; tuvimos que cerrar el ducto, mover equipo de bomberos nuestro. Desde el punto de vista del robo es importante, no hay que minimizarlo, es muy líquido para el crimen organizado, y por el lado operativo nos afecta en la seguridad de las poblaciones, y muchas veces tenemos que parar la operación.

Desde el punto de vista porcentual no es un número muy grande, pero no se debe minimizar, sería un grave error. Por eso jamás salimos a los medios a decir que es un número pequeño, al contrario, necesitamos la denuncia anónima, necesitamos la colaboración de todos y en la parte operativa nos pega mucho.

Añadió que la población es una parte fundamental para elevar la seguridad contra las tomas clandestinas, porque los habitantes de una región determinada conocen perfectamente su entorno y pueden darse cuenta cuando alguien trata de instalar una toma clandestina.