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Dos de cada tres mexicanos querían cambio de gobierno

Que calderón pactó el regreso del PRI, una leyenda urbana

Estoy convencido de que abandonar el barco hubiera sido muy irresponsable de mi parte; era mucho más importante mantener la estabilidad del partido y la continuidad de sus órganos institucionales

 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de octubre de 2012, p. 7

A casi cuatro meses de que el PAN perdió la Presidencia de la República en una de las peores derrotas electorales que ha sufrido, el dirigente nacional del blanquiazul, Gustavo Madero, destaca que múltiples factores incidieron en ese resultado y no se generaron únicamente en la campaña, sino que venían de tiempo atrás.

Todavía no empezábamos la campaña y dos de cada tres mexicanos querían un cambio de partido en el gobierno, reconoce el chihuahuense, quien insiste en el diagnóstico oficial de que esto se debió a la incapacidad de comunicar y convencer a la gente de las cosas extraordinariamente buenas y positivas que se hicieron en los años recientes, sin bien admite que las administraciones panistas dejan pendientes.

En entrevista con este diario, califica como leyenda urbana y una telenovela lo que diversos militantes señalan en torno a que Felipe Calderón habría pactado con el PRI la salida del PAN de Los Pinos al no haber logrado imponer a uno de los suyos como candidato a la Presidencia.

Ya sin ninguna duda de que permanecerá en la dirigencia del partido hasta diciembre del próximo año, destaca por otra parte que en la segunda mitad del 2013, cuando haya sido electo el nuevo Consejo Nacional del blanquiazul, decidirá si busca la relección en el cargo, pero por lo pronto presume que ha sido factor de unidad y estabilidad en el partido, tras la derrota.

En vísperas de que la Comisión del Trabajo de la Cámara de Senadores empiece a dictaminar la minuta de reforma laboral, Madero Muñoz pide a los empresarios entender que tan importante es la democracia y la transparencia sindical como la flexibilización laboral. No puedes ver sólo una parte de la película. No se puede tener apertura económica sin tener apertura política; tienen que ir a la par, subraya.

Al presidente electo, Enrique Peña Nieto, lo invita a apoyar sin reservas la propuesta presidencial original en materia laboral, y con ello mandar una señal de que el país está logrando acuerdos de gran calado. Su decisión marcará qué tanto sus ofrecimientos de campaña se van a traducir en acciones de gobierno, agrega.

En su oficina del PAN, un amplio despacho ubicado en el tercer piso de la sede nacional, el empresario y ex senador por Chihuahua evalúa los resultados electorales de julio pasado. Desde un amplio y cómodo sofá, colocado justamente debajo de un óleo que muestra bolillos enteros y en trozos, habla de los comicios con sumo cuidado como tratando de no herir susceptibilidades en el gobierno o en lo que fue el equipo de campaña presidencial.

De entrada establece que en una elección puede influir desde la situación económica y la imagen pública sobre la inseguridad hasta los engaños y billetazos del PRI, la injerencia de los gobiernos estatales, la intervención de los medios de comunicación en la construcción de ánimos sociales y políticos, la predisposición favorable o desfavorable hacia un candidato, el manejo de las encuestas. Todo esto generó una situación multifactorial que  nos llevó como partido a ser segunda fuerza electoral, señala Madero, quien evade el hecho de que su partido quedó en tercer lugar en los resultados, debajo de la coalición de izquierda.

Agrega que México es hoy un mejor país que hace 12 años, aunque reconoce que falta mucho por hacer en temas medulares, por ejemplo el poder sigue funcionando muy a la usanza de cuando el PRI gobernaba.

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Gustavo Madero durante la entrevista en sus oficinas en la sede nacional del PANFoto José Antonio López

–Esa es una deuda de los gobiernos del PAN, porque se esperaba que eso cambiara con su llegada a Los Pinos –se le comenta.

–Sí, bueno, lo tenemos que hacer entre todos. Esto no lo puede hacer un presidente ni un partido solo. Lo tiene que hacer toda la ciudadanía.

–Después de la elección hubo críticas a su actuación como dirigente. Se habló de que actuó de manera temerosa y que fue uno de los factores de la derrota. ¿Qué responde a estos señalamientos de la propia militancia?

–Creo que todos tuvimos responsabilidad. El resultado electoral obedece a múltiples factores y no sólo a la campaña, sino que se vinieron acumulando con un horizonte temporal mucho más amplio. Todavía no empezábamos la campaña y ya dos de cada tres mexicanos querían un cambio de partido en el gobierno. Eso tenemos que reconocerlo y entenderlo.

Mi actuación está a la vista de todos, los que juzguen que es insuficiente, que es equívoca pues yo estoy abierto a todas las opiniones; lo que digo es que he sido factor de unidad del partido. El PAN está unido y estable. Estoy convencido de que abandonar el barco hubiera sido muy irresponsable de mi parte; era mucho más importante mantener la estabilidad del partido y la continuidad de sus órganos institucionales para llevarlo a buen puerto, como lo estamos haciendo.

–¿Qué habrá pesado más, esta actuación que se le critica a usted o lo que quedó a deber el gobierno?

–No es un asunto individual o particular. Hay que hacer una evaluación más integral.

–¿Cómo quedó la relación con el presidente Felipe Calderón después de que él acusó al PAN de pedirle apoyos extralegales para la campaña?

–El dijo que a lo mejor a algunos les hubiera gustado... es una expresión general, especulativa, pero yo dejó en claro que el Comité Ejecutivo Nacional siempre actuó de manera institucional.

–Pero, ¿hay distanciamiento con Calderón?

–Como partido estamos manteniendo y reiterando nuestro apoyo a su gobierno. Diferentes puntos de vista siempre hay. Por eso no hay un tema que no pueda ser procesado institucionalmente.

–Desde su punto de vista, ¿cómo se habría podido medir que Felipe Calderón sí apoyó a la candidata Josefina Vázquez Mota, porque hubo versiones de que él pactó con el PRI la salida del PAN de Los Pinos, dado que su candidato no se convirtió en el abanderado del partido?

–Creo que ahí hay muchas leyendas urbanas y telenovelas. La responsabilidad del gobierno de Felipe Calderón es hacer buen gobierno, atender a todos los mexicanos y resolver los problemas de México. La del partido y la candidata es tener un proceso de comunicación que permita convencer. Creo que en eso fallamos, no hubo una capacidad de convencimiento de que era lo mejor tener un tercer gobierno del PAN.

“¿Qué tanto los resultados del gobierno fueron parte de que la gente valorara como bueno votar por Josefina?, pues eso no lo podemos medir directamente. Lo que sí es que antes de empezar la campaña teníamos un handicap: dos de cada tres mexicanos querían un cambio de partido en el gobierno”, insiste Gustavo Madero.