Editorial
Ver día anteriorLunes 22 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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España: hundimiento del PSOE
E

n las elecciones realizadas ayer en Galicia y el País Vasco la derecha gobernante y los partidos regionalistas obtuvieron sendas victorias a expensas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En la primera, la rama local del gobernante Partido Popular (PP), que ya controlaba la Xunta, logró hacerse con la mayoría legislativa absoluta y la izquierda gallega consiguió un importante avance; en la segunda, el nacionalismo vasco, representado por el centrista Partido Nacionalista Vasco (PNV) y por el frente de izquierda Bildu arrebató la mayoría absoluta al frente españolista que habían conformado el PSOE y el PP en el País Vasco.

En el caso de Euskadi, los comicios de ayer marcan una nueva etapa en la lucha soberanista vasca, tras la reagrupación de la izquierda abertzale –cuyas organizaciones electorales han sufrido una intensa persecución policial y judicial por parte de Madrid– y la renuncia a la lucha armada expresada recientemente por ETA. En el de Galicia, en cambio, el PP local se ha deslindado de cualquier perspectiva autonomista y ha refrendado su españolismo.

Los electorados de ambas regiones han asestado un duro golpe al PSOE, a pesar de que es el PP el que emprende, desde el gobierno, una ofensiva implacable contra el bienestar de la población y los derechos laborales y sociales a fin de transferir a la sociedad el costo de la crisis económica en curso. El hecho es que en Galicia los populares, encabezados por el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han propuesto, con fundamento o sin él, un plan anticrisis atractivo a ojos de la mayoría; un plan, por cierto, en el que las anunciadas inversiones y compras de Pemex en Galicia desempeñan un papel nada desdeñable.

En cuanto al País Vasco, es claro que tanto el PSOE como el PP fueron absolutamente incapaces de comprender el sentimiento nacionalista de la mayoría de la población y que, por el contrario, se empeñaron en criminalizar expresiones de tal sentimiento, incluso algunas claramente moderadas.

En suma, los socialistas, que encabezaron los tramos principales de la llamada transición, han sido incapaces de reformularse como alternativa a la embestida neoliberal que lleva a cabo el PP desde La Moncloa, en acatamiento a las directivas procedentes de Bruselas y de los organismos financieros internacionales, en tanto que la organización fundada por el gallego Manuel Fraga ha logrado mantener y consolidar el dominio en la más emblemática de sus plazas.

Según puede verse, el vasto descontento social generado en España por las políticas económicas devastadoras no se ha traducido aún en un rechazo electoral al partido que las pone en práctica.