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NY: exponen el culto al asesino serial
 
Periódico La Jornada
Sábado 13 de octubre de 2012, p. 8

Nueva York, 12 de octubre. Nueva York tiene decenas y decenas de espectáculos, museos y galerías de arte, aunque siempre hay lugar para algo nuevo y original en la Gran Manzana, como prueba la espeluznante instalación sobre asesinos seriales, que acaba de inaugurarse.

Como en otros casos, los visitantes de Killers: A Nightmare Haunted House (Asesinos: una casa embrujada de pesadilla) recorren las diferentes salas examinando detenidamente el show, aunque, a diferencia de lo que sucedería en el Museo Metropolitano, en esta ocasión salen empapados en sangre.

La muestra se realiza hasta principios de noviembre en el barrio de Lower East Side, en el sur de Manhattan, y lleva por los caminos más lúgubres de la historia criminal estadunidense.

Actores que merodean en rincones de la instalación representan a asesinos seriales como Jeffrey Dahmer, El caníbal de Milwaukee; Ed Gein, que robaba tumbas y se vestía de mujer, inspiración de filmes de horror como Psicosis, de Alfred Hitchcock, y La masacre de Texas.

Para los visitantes ávidos de espanto, que pagan entre 20 y 60 dólares, la diversión comienza en la recepción del teatro, donde se exhiben objetos de los asesinos seriales.

Pertenencias de los criminales

Entre éstos pueden verse pinturas y poemas como los de Charles Manson, documentos de la policía, y fotografías de la autopsia de Jeffrey Dahmer tras ser asesinado en prisión por otro detenido.

Acomodadores vestidos como agentes del FBI hacen formar a la multitud antes de dejar entrar a pequeños grupos a través de cortinas negras. Quienes quieren ser tocados por los actores llevan pintada la cabeza con sangre falsa.

El director del espectáculo, John Harlacher, afirma que los asesinos seriales generan una particular atracción en Estados Unidos.

Están por todo el mundo, pero en Estados Unidos la cultura los eleva al rango de celebridades, explica Harlacher, para quien los asesinos estadounidenses incluso respetan valores nacionales tradicionales, como planea con tiempo, trabaja duro.