Cultura
Ver día anteriorViernes 12 de octubre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Dos expertos en la trayectoria del nuevo Nobel comparten sus reflexiones con La Jornada

Mo Yan pertenece a la nueva esfera de más libertad y menos censura en China

Su crítica a la realidad de ese país es muy constructiva: Liliana Arsovska

Más allá del mérito literario puede haber otras consideraciones, dice Yong Chen, también docente del Colmex

Foto
Mo Yan, en imagen del 15 de octubre de 2010, durante su participación en un foro académico en la Universidad de California, en Berkeley. En México, la obra del galardonado es poco leída y estudiada, debido a la escasez de sus libros traducidos al españolFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de octubre de 2012, p. 6

Los libros traducidos al español del galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2012, el escritor chino Mo Yan, son muy poco distribuidos y por lo mismo su obra ha sido poco leída y estudiada en México.

Sin embargo, entre los que han tenido oportunidad de conocer personalmente al autor, así como haber estudiado su obra, se encuentran los especialistas Liliana Arsovska y Yong Chen, investigadores y docentes de El Colegio de México (Colmex), quienes en charla con La Jornada comparten anécdotas, consideraciones y reflexiones.

La maestra Arsovska, quien con frecuencia viaja al país asiático y es conocedora de la obra de Mo Yan, ha tenido la oportunidad de convivir con el autor de La vida y la muerte me están desgastando, de quien dice: “es un escritor sumamente influyente en China. Es muy probable que los medios occidentales lo señalen como un escritor crítico de la realidad china; sin embargo, habría que subrayar que la crítica de Mo Yan es sumamente constructiva. Es un autor enormemente involucrado con su país, conocedor y amante de su patria. Mo Yan escribe mucho desde la perspectiva del campo. Hay que recordar que China hace sólo 30 años, en su gran mayoría, era una sociedad agrícola. Entonces, él toma el campo para hablar de China en el más amplio sentido de la palabra.

“La característica principal en sus obras es que parten de la experiencia propia y de la realidad rural, se convierten en imágenes comunes para toda China. De ahí su gran éxito.

Mo Yan, a pesar de que mucha de su inspiración proviene de la provincia de Shandong, donde nació Confucio, no es un escritor regionalista, explicó la investigadora.

Toda su obra es una excelente representación de China. Sus personajes son muy variados. Su estilo literario se integra por una mezcla de crítica y humor negro. Es una especie de sarcasmo que deja traslucir, lo que en español podríamos entender como las palabras detrás de las palabras. Eso es Mo Yan. Los jóvenes escritores contemporáneos de su país lo consideran un ejemplo a seguir, pues muchos tratan de imitar su estilo literario.

Traduzcan lo que puedan

En cierta ocasión, compartió la anécdota la maestra Arsovska, cuando le preguntaron a Mo Yan sobre cómo él cree que deben ser las traducciones de sus obras en español, si éstas deben reflejar fielmente el contenido por encima del estilo literario, como algunos de sus colegas chinos preferían o argumentaban, el autor respondió con lo que de alguna manera representa su estilo narrativo lleno de humor. Él dijo lo siguiente: Bueno, que traduzcan lo que puedan.

Yong Chen, profesor de literatura china clásica y moderna/contemporánea del Colmex, comenta: Ya era hora de que la literatura china estuviera en el escenario internacional. Durante 30 años (1949 a 1979) la ideología comunista se observó estrictamente y los escritores no tenían mucha libertad o espacio para moverse. Pero después de la revolución cultural la creación literaria se liberalizó y los escritores adquirieron mayor libertad para darse el lujo de abordar muchos temas casi sin restricciones.

Para el catedrático, aún existe algo de censura, pero la libertad es mucho mayor que antes, y los temas equivalen a una especie de explosión. De allí que Mo Yan pertenece a una generación que estuvo expuesta a esta nueva esfera, cuyos representantes son muy conocidos en China, aunque no tanto fuera de sus fronteras.

Yong Chen trae a colación el otorgamiento en 2000 del Nobel en Literatura al escritor chino radicado en Francia, Gao Xingjian, que constituyó una sorpresa, con el que las personas no se sintieron cómodas. Más bien lo vieron como un gesto político, incluso, un chiste.

El experto considera que esta vez no fue así, pues los contendientes principales procedían de China y Japón. No obstante, reconoce que más allá del mérito literario, puede que haya otras consideraciones. En China, hoy día, aparte de Mo Yan hay siete u ocho escritores más del mismo calibre. Es decir, son igualmente buenos, no se puede decir quién es el mejor.

Para el especialista, el estilo literario de Mo Yan destaca en la medida que abreva en el realismo mágico, corriente latinoamericana muy popular en China a finales de los años 70 del siglo pasado y de los 80, aunque otros lo incorporaron también. La mayoría de los relatos de Mo Yan suceden en su lugar de nacimiento, en la provincia de Shandong. En 1988 su novela El sorgo rojo fue adaptada con éxito al cine, lo que lo dio a conocer internacionalmente, aunque ya lo era en su país.

No obstante que los campesinos son tal vez el tema eterno de sus novelas, la manera en que Mo Yan relata sus historias es diferente, debido al ángulo o punto de vista que emplea. Por tradición. en la literatura china la narrativa transcurre en tercera persona, de modo que la historia se cuenta desde una distancia.

En El sorgo rojo, novela que versa sobre sus abuelos, Mo Yan cuenta la historia en primera persona, aunque nunca participa en ella. Sólo aparece como el narrador, incluso se refiere a los protagonistas como mi abuelo o mi abuela, sin usar nunca sus nombres. También aborda comportamientos morales más extremosos.

Escribir así marcó nuevos rumbos en su momento, porque los lectores estaban acostumbrados a las fronteras entre realismo y romanticismo.

Yong Chen indica que el galardonado ha sido muy consistente en su escritura, a la vez que productivo y prolífico. Aunque insiste en que no constituye un fenómeno aislado, sino que pertenece a un momento en China, a un entorno social.