Desde hace al menos dos semanas, agentes de la Policía Federal (PF) y del Instituto Nacional de Migración (INM) han perseguido de manera violenta y salvaje a los migrantes indocumentados que transitan por los alrededores de Tenosique, Tabasco, lo cual ha provocado la llegada de al menos 15 personas con fracturas y contusiones múltiples a los refugios para trabajadores sin documentos,

En el tramo que va de la comunidad La Palma a Tenosique, de unos 30 kilómetros, los migrantes nos han dicho que los policías federales y los de Migración los están persiguiendo de forma muy violenta y salvaje, a tal grado que el miércoles anterior un grupo de ellos se vio obligado a lanzarse a un río desde un puente de 15 metros de altura para evitar ser capturado y agredido, afirmó Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano.

Hoy (jueves) y ayer llegaron al albergue La 72, que dirige fray Tomás González, unos 15 migrantes con fracturas y golpes; dijeron que los agentes les atraviesan el carro cuando los persiguen, y los hostilizan cuando van para las vías para tratar de subirse al tren, señaló el activista.

La situación para los trabajadores internacionales sin documentos –que es muy delicada– se ha vuelto más grave en las dos semanas recientes, ya que a los asaltos de la delincuencia organizada ahora se suman las agresiones de la PF y el INM.

Las fracturas se han dado cuando ellos corren o se avientan de los alambrados para que no los atrape la policía. Un chavo se fracturó en una caída, y aunque gritó que estaba lastimado del brazo, un agente lo agarró del cinturón. Cuando se dieron cuenta de que estaba mal, se lo entregaron al Grupo Beta, y cuando salió de ahí, se fue al albergue con nosotros, narró Figueroa.

Este clima de terror y paranoia, consideró, puede ser la antesala de lo que va a venir después. El INM está tratando de limpiar su nombre y aparentar que sigue trabajando de manera normal, pero en realidad está arreciando en una estrategia de agresiones muy fuertes.

Las organizaciones de defensa de migrantes denunciaron lo ocurrido ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, organismo que envió personal a Tenosique para recabar quejas y testimonios de las agresiones.

Estamos monitoreando lo que pasa, y recorriendo la zona para que se detengan los ataques, indicó Figueroa.