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Bitácora de una Kumbia Queer
Foto
Parte de la memorabilia que las Kumbia Queers ofrecen en tierras europeasFoto Ali Gua Gua
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de septiembre de 2012, p. 9

La vida de una roquera en la carretera depende en su totalidad del puesto, en nuestro caso, del Queerchandising. Los honorarios que pagan en los lugares son para solventar los gastos más fuertes, como los boletos de avión, la camioneta, la gasolina, los seguros de gastos médicos, el exceso de equipaje, los carteles y publicidad de la gira... Amo que en Alemania no existe el peaje o las casetas de cobro. En lo personal, me parece una práctica del viejo oeste que habría que erradicar en América Latina

Por fortuna, Pilar, nuestra guitarrista, siempre metió mano en la parte visual de la banda. Le gusta hacer remeras y matriees y todas coincidimos en la estética. El arte de Pecados tropicales está basado en su trabajo y también paticipa nuestro amigo Luciano Mazzei, con su sicodelia visual. 

Lo que se vende en el changarro es realmente lo que nos mantiene día con día. Por eso todo suma. Hasta la venta de un pin. Si algo nos llegamos a repartir después de sacar los gastos y dividir entre 10 (Somos seis, pero repartimos entre nuestras bookers alemanas y nuestra mánager argentina) ésa es nuestra ganancia. Los Ramones vivían de sus camisetas también, así que cuando voy a un concierto de una banda de afuera, siempre trato de comprarles algo...

Llegamos a Estocolmo

El Sodra Teatern es hermoso y todos aquí muy amables. Salimos de Copenhague a las 6:30 de la mañana, despues de tocar en el Loppen Music, de Christiania. En la van vamos las seis Kq, Alex (organizadora, coordinadora, conductora), Henne (sonidista) y Santi, amigo y compañero uruguayo, fotografo y colaborador . Tardamos ocho horas de rutas tranquilas por la campiña sueca, ni un alce...Ya probamos sonido, suena espectacular, así que nos espera un lindo show de día 4. Estamos aquí, en el camarín, esperando para ir a comer. Tocamos alrededor de las 23 horas de acá; luego, descansar. Mañana salimos al mediodía hacia Malmö, también en Suecia, casi frontera con Dinamarca. Hasta luego. Byeeeee, a comer.