Sociedad y Justicia
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Necesidad espiritual puede hacerlos caer en manos de charlatanes

Fieles cambian de credo por crisis de iglesias formales

Sacerdote católico resalta que se deben respetar otras creencias

 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de agosto de 2012, p. 33

Producto de la crisis que experimentan las iglesias formales, las cuales no han sabido dar consuelo ni respuestas a sus seguidores e incluso les han fallado en diversos aspectos, muchos feligreses han emigrado hacia otras creencias y prácticas, incluso algunas provenientes de otras latitudes.

Académicos, expertos en asuntos religiosos, sacerdotes católicos, ministros de otras religiones y representantes de diversas prácticas consultados por La Jornada coinciden en que, frente a ese vacío, los fieles –particularmente católicos– han seguido nuevas opciones o bien las conjugan con su fe de origen.

Explican que el ser humano antropológica y sicológicamente tiene la urgencia de creer y de buscar estabilidad emocional, espiritual y de pensamiento donde sea, porque está dispuesto para eso.

Ante ello advierten que las personas son vulnerables a caer en manos de charlatanes o seudolíderes de cultos, de creencias o prácticas diversas, pero también remarcan la importancia de respetar a los genuinos representantes y seguidores de otras espiritualidades y costumbres.

Luz María Martínez Montiel, antropóloga y especialista de la UNAM en estudios sobre afrodescendencia, señala en entrevista que se vive una crisis mundial de valores y ante esta situación las iglesias formales, de las cuales la católica es la principal, al menos en México, además de no reaccionar ante el panorama, está inmersa en una crisis propia que busca apaciguar.

Se ha descubierto que ha fallado en lo moral y ético. Ahí están los escándalos de los sacerdotes pederastas y del Banco Ambrosiano de Roma; la riqueza de la alta jerarquía (...) también ha hecho que la gente voltee hacia sectas y creencias que están más a la mano.

Nueva evangelización

El presbítero Sergio Román, quien ha sido párroco en colonias en las que aumenta el culto a la Santa Muerte y la santería, admite que la Iglesia católica jerárquica desde el comienzo de la urbanización acelerada perdió el contacto con la masa y se conformó por muchos años con seguir presente entre los grupos ya evangelizados. Fundamentalmente por eso, considera, este credo ha perdido feligreses.

No obstante, subraya que la Iglesia desde hace más de dos décadas lleva a cabo una nueva evangelización y en el caso de América Latina una misión permanente. En lo que concierne a la Arquidiócesis de México indica que existe un plan pastoral misionero que debe aplicarse en las ocho vicarías, pero con pesar reconoce que tiene colegas que se conforman con impartir sacramentos y no formar en la fe, situación que abona a que los fieles se sumen a sectas porque buscan a Dios y se quedan donde creen encontrarlo.

La estadística dice que todos los que están bautizados son católicos, pero hay miles de bautizados que ya no practican siquiera lo mínimo de su religión católica y además no la conocen; las tradiciones que siguen son de religiosidad popular, y cuando ésta no tiene contenido, fácilmente deriva en fanatismo y superstición.

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El día 28 de cada mes los devotos a San Judas Tadeo acuden al templo de San Hipólito en el Centro HistóricoFoto José Antonio López

El párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en Valle Gómez, admite también que muchas sectas dan a sus seguidores una pertenencia, un sentido de comunidad y un compromiso; un qué hacer, lo que no hacen muchos curitas flojos, y por eso se enganchan a otras prácticas.

Remarca que pese a que la Iglesia católica no acepta esas creencias, no agredimos a las personas; no se trata de eso, sino de darles lo que es verdadero, y así ellos mismos van quitando lo falso.

El sacerdote dice conocer a muerteros y santeros, pues muchos de sus feligreses conjugan las creencias, e insiste en que la falta de fe trae esas situaciones (...) fui párroco en Tepito cuatro años y medio, seis años en la colonia Morelos y ahora llevo más de tres años en la Valle Gómez, sé que se puede formar a las personas, pero ¿con qué derecho les quito una creencia y no se las sustituyo por algo bueno?; la experiencia me ha demostrado que cuando empiezan a conocer su religión ellos solos van dejando esas nuevas creencias.

Josué Tinoco Amador, catedrático de la UAM-Iztapalapa, indica que la propensión a buscar nuevas opciones espirituales está relacionada con la la necesidad del ser humano de creer y añade que cuando una sociedad está teniendo problemas estructurales, sociales y económicos, como sucede en México, se busca una estabilidad cognitiva, emocional y de pensamiento que proporcione algún tipo de certeza ante un entorno difícil.

Agrega que si esta certeza no la da, por ejemplo, la Iglesia católica porque no se adecua a los requerimientos o vive en esquemas pasados, entonces se busca algo novedoso, se recurre a prácticas esotéricas, a cultos desconocidos, antiguos o que son de otras culturas para encontrar las respuestas.

Ante este panorama la santería, religión que deriva del culto Yoruba, proveniente de África y que se desarrolló en Brasil y Cuba, comienza a tomar fuerza en el país.

El santero Hugo Tamayo asevera que esta religión pegó en México porque no choca con la católica, sino puede convivir muy bien con ella debido a su naturaleza sincrética, y exhortó a los detractores del credo a conocerlo, pues es la ignorancia, sostuvo, la que se expresa en muchas de las críticas.

El también tata en Palo Mayombe, originario de Matanzas, Cuba, descarta que estos credos, que tienen origen en los africanos traídos a las colonias americanas como esclavos desde el siglo XVI, se relacionen con prácticas de brujería o sean para hacer daño, aunque reconoció que, pese a que los credos surgen con la intención de proteger, el ser humano ha hecho que sirvan para lo bueno y lo malo.

Acepta la existencia de muchos seudosanteros que hablan o hacen disparates, incluso siendo cubanos, porque su finalidad es el lucro.

Sin embargo, no sólo en credos pululan los falsos ministros. En mayo de 2011 la Arquidiócesis de México calculaba que podría haber alrededor de unos 10 mil sacerdotes católicos apócrifos en el país, impostores que abusan de la fe católica.