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El joven intérprete preside la gala ideal Despertares, en el Auditorio Nacional

Isaac Hernández enarbola las bondades del ballet para una juventud sin esperanza

Por primera vez, bailará con su hermano Esteban en el mismo escenario, indica

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Isaac Hernández, en el Centro Nacional de las Artes, durante la entrevista con La JornadaFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de agosto de 2012, p. 4

La gala ideal que el bailarín mexicano Isaac Hernández (Guadalajara, 1990) encabeza hoy, a partir de las 19 horas en el Auditorio Nacional, busca despertar el interés que hasta cierto punto se ha perdido en el público por el ballet, sobre todo en un escenario de esta magnitud.

Despertares, como se denomina el espectáculo, pondrá en escena 22 de las mejores piezas de ballet del momento.

Estructurado por Hernández, el programa combina el repertorio clásico con obras neoclásicas y contemporáneas, como una alternativa para personas a las que no precisamente les gusta el ballet, pero sí la danza.

Según el entrevistado, la mayoría de mexicanos tiene la idea que el ballet es aburrido. Entonces, para mí es importante romper con los tabúes al ofrecer este tipo de funciones para que el público sea el que demande mejores espectáculos y más promoción de la danza en el país.

Clases a jóvenes en 10 estados

Entre las compañías representadas figuran el Royal Ballet de Londres, el American Ballet Theatre, el English National Ballet, el Mariisnky (Kirov) Ballet, Ópera de París, Boston Ballet y San Francisco Ballet, complementadas por las de danza contemporánea Bad Boys of Dance y Momix.

Además, Hernández –quien hace un mes firmó contrato con el Het National Ballet of Holland– bailará por primera vez en el mismo escenario junto con su hermano Esteban, perteneciente a la Royal Ballet School de Londres.

A pesar de su juventud y estar en los albores de su carrera profesional, Hernández muestra profundo interés hacia sus coetáneos que tal vez no han tenido la fortuna de saber qué desean hacer en la vida: Descubrí que no hay nada mejor que hacer algo por alguien. Todos los logros personales no se comparan con lo que conquistas cuando ayudas a alguien o ejerces algún tipo de influencia para bien.

Hernández propuso al Consejo Nacional para la Cultura y las Artes un proyecto consistente en ir a 10 estados para impartir clases y dar pláticas a los jóvenes de sus escuelas, así como a los centros de educación artística del Instituto Nacional de Bellas Artes. Ya visitó la mitad y en octubre irá a los restantes que, además, son entidades del norte –Tamaulipas, Sonora y Coahuila–, donde la situación no está muy bien.

Explica que esta actividad le “ha dado, hasta cierto punto, un sentido también como persona al lograr una influencia positiva en la juventud, porque al final de cuentas son jóvenes mexicanos que van a tener responsabilidades en el futuro. Muchas veces se me olvida que no sólo soy un bailarín, sino una persona que se preocupa por estas cosas.

“El ballet llega a un fin, pero depende de lo que hiciste para abarcar más. Eso es lo que va a trascender. Tener un tipo de influencia en la vida de alguien no se puede comprar con nada, simplemente eres afortunado cuando tienes la oportunidad de hacerlo.

“No es fácil, tengo 22 años apenas, y es muchísima responsabilidad no sólo artística, sino ya más ejecutiva hasta cierto punto de producción, pero ver este resultado aunque sea en el cambio de la vida de una persona o la mentalidad de un joven, hace que todo valga la pena.

“He recibido recaditos sin nombres que dicen: ‘me has regresado las ganas de vivir’. Que una persona de 16 años te diga eso es muy fuerte. Si dejamos que la juventud siga por ese camino, no habrá futuro. Desafortunadamente, gran parte de la juventud mexicana vive ya sin esperanzas”.